16 de marzo, 2003
Los presidentes George W. Bush y José María Aznar, y el primer ministro Tony Blair, advierten, tras mantener una cumbre en Azores, que el lunes 17 es el día clave en la crisis de Irak, porque se exigirá un desarme inmediato a Bagdad. G. W. Bush afirma que el Consejo de Seguridad debe "enseñar sus cartas", mientras se repiten los actos en contra de la guerra en todo el mundo. Sadam Husein amenaza: "Si Irak es atacado, la guerra se extenderá por todo el mundo, en el cielo, en la tierra y en el mar".
17 de marzo, 2003
El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, anuncia que los inspectores y el resto del personal de la ONU abandonan Irak. El presidente Bush se dirige a la nación para dar un ultimátum de 48 horas a Sadam Husein, que debe elegir entre el exilio o la guerra, al tiempo que coloca al país en alerta roja ante posibles ataques terroristas.
18 de marzo, 2003
Alemania, Francia, China y el Vaticano, entre otros, reiteran su oposición a la guerra inminente, pero países como Australia, Italia y Japón se suman a EE UU. Los inspectores abandonan Bagdad mientras Sadam Husein rechaza el ultimátum. En Londres, se produce la segunda rebelión laborista en los Comunes: 140 diputados del primer ministro Tony Blair votan en contra de la guerra. En Madrid, el presidente Aznar anuncia en el Congreso el envío de 900 militares a Irak para labores humanitarias. Las manifestaciones contra la guerra se suceden en todo el mundo. Irak monopoliza los espacios informativos. |