La Internacional Demócrata Cristiana (IDC) denunció las operaciones de "persecución" contra la disidencia interna cubana y exigió al gobierno cubano el cese "inmediato" de la campaña represiva.

En un comunicado difundido en Bruselas, la IDC criticó "el allanamiento de hogares, la confiscación de libros y equipos informáticos" y la detención masiva de opositores, entre ellos "alrededor de 43 disidentes impulsores del Proyecto Varela", informó la agencia Europa Press.

La organización advierte que ha activado todos los mecanismos ante los organismos internacionales, y en especial en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, para lograr que la comunidad internacional condene la ola de represión desatada por La Habana.

La IDC considera que el gobierno de Fidel Castro intenta "destruir a la oposición política (...), cercenar los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de todos los ciudadanos de la Isla aprovechando que la atención de la comunidad internacional está centrada en las acciones bélicas contra Irak".

El comunicado pide además la liberación de "los dirigentes y activistas de las organizaciones opositoras y de los periodistas disidentes", y que La Habana "garantice los derechos civiles y políticos de los cubanos".