El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal rechazó la aplicación de la pena de muerte, pero lamentó que se condene a La Habana por imponérsela a tres hombres que encabezaron el secuestro de una lancha en abril pasado para intentar huir a Estados Unidos, informó la AP.

Cardenal, aliado del gobierno de Fidel Castro desde los años sesenta, está en Cuba para asistir a un evento de una semana sobre su obra y a la presentación de sus libros en Casa de las Américas.

El ex ministro de Cultura del gobierno sandinista abrió las sesiones con una conferencia titulada Somos polvo de estrellas, en la cual abogó por la solidaridad humana y la hermandad entre los hombres, y consideró a los movimientos de jóvenes contra la globalización como parte de un proceso "evolutivo" hacia "un mundo mejor".

"Me sigo considerando un comunista", dijo el sacerdote, quien en la década de los ochenta fue amonestado por el Papa Juan Pablo II.

Consultado por periodistas, Cardenal defendió la posición del gobierno cubano sobre los fusilamientos de abril, luego del secuestro de una embarcación de pasajeros que se saldó "sin un disparo ni un rasguño", según la versión de las autoridades de la Isla.

"Pienso lo mismo que Fidel, que no está a favor de la pena de muerte, pero en algunos casos se tiene que aplicar", manifestó.

"Hace tres días en Estados Unidos ajusticiaron a un enfermo mental que era negro. Si estamos en contra de la pena de muerte, tenemos que estar contra las penas de muertes de (el presidente George W.) Bush. ¿Quién ha protestado, la Unión Europea ha protestado por eso?", se preguntó.

Cardenal considera que Cuba es "el baluarte de América Latina".

La Habana recibió duras críticas de intelectuales de izquierda y gobiernos de todo el mundo, organizaciones y entidades internacionales, tras la ejecución de los tres secuestradores y el encarcelamiento de 75 opositores de toda la Isla.