Opositores cubanos que cumplen largas penas de cárcel en la prisión Kilo 5 y 1/2, de Pinar del Río, se declararon "plantados" para protestar por las "arbitrariedades" y el "trato inhumano" que reciben de las autoridades carcelarias, informó el servicio de noticias Cubanet.
En la protesta participan los presos políticos José Daniel Ferrer, Diosdado González Marrero, Leonel Grave de Peralta, Normando Hernández, José Ubaldo Izquierdo, Arturo Pérez Alejo y Héctor Palacios Ruiz.
Los siete "plantados" fueron condenados en abril, durante las operaciones represivas contra la disidencia interna llevadas a cabo por el gobierno cubano, que envió a prisión a 75 opositores de toda la isla.
"Plantarse" es una tradición que siguen los disidentes cubanos desde 1964, ante los esfuerzos sistemáticos de las autoridades carcelarias para negarles la consideración de prisioneros políticos y obligarles a aceptar uniformes y reglamentos de reos comunes.
La respuesta de los responsables de las prisiones suele ir desde el confinamiento en celdas de castigo hasta las fuertes golpizas, para las que a veces piden colaboración de presos comunes, según han denunciado reiteradamente organizaciones opositoras.
Los plantados en Kilo 5 y 1/2, cumplen sentencias de entre 16 y 25 años de cárcel: José Daniel Ferrer, Normando Hernández y Héctor Palacios Ruiz fueron condenados a 25 años; Diosdado González Marrero, Leonel Grave de Peralta y Arturo Pérez Alejo, a 20 años; y José Ubaldo Izquierdo, a 16.
Palacio Ruiz, director del Centro independiente de Estudios Sociales, escribió recientemente una carta a su amigo León Padrón Azcuy, en la que afirma que desde "hace muchos días" no recibe correspondencia.
Palacio explica que las autoridades de prisión toman ese tipo de medidas "cada vez que existe algún problema". Es "una de las mil formas de represalias que toman". Aquí "todo es represalia y un total abuso", cita Cubanet.
"Nosotros no somos otra cosa para estos flamantes policías que objetos a los que hay que odiar por sobre todas las cosas. Odio, odio, odio, es lo que transpiran y con ese rencor que a veces tú no sabes por lo que es, tratan de acortarte la vida física. Estoy seguro que si no pasara nada por meternos un tiro en la cabeza lo hubieran hecho con una sonrisa en los labios y una alegría tremenda", dice el preso político.
"Es el odio que profesan a lo distinto. Ellos no conciben que pueda existir algo aparte de lo que han diseñado y por eso hacen cualquier locura", agrega. |