El poeta y periodista independiente Manuel Vázquez Portal, condenado a 18 años de prisión en abril último, está ingresado desde el pasado 5 de enero en la sala de penados del hospital Ambrosio Grillo, en Santiago de Cuba, informó el servicio de noticias Cubanet, citando declaraciones de su esposa, Yolanda Huerga Cedeño.

Según Huerga, desde que está en prisión Vázquez Portal padece un catarro muy fuerte y ha tenido fiebre con frecuencia.

Huerga supo del ingreso de su esposo el 9 de enero por una llamada telefónica de este. Viajó desde La Habana a Santiago de Cuba e intentó visitar al prisionero de conciencia el día 13, pero los oficiales de la Seguridad del Estado no se lo permitieron.

"El guardián encargado de la sala de penados me dijo que para que pudiera ver a mi esposo tenía que autorizarlo la Seguridad del Estado. Él hizo la gestión por teléfono, pero me negaron ese derecho. Ni siquiera permitieron que le entregara un abrigo que le llevé porque Manuel no tiene ninguno en la prisión", dijo Huerga.

Añadió que los médicos de la sala que atienden al disidente le explicaron que habían descartado que Vázquez Portal padezca un enfisema pulmonar, y que pensaban que las manchas en los pulmones, aparente causa del traslado al hospital, se deben al tabaquismo.

En reiteradas ocasiones, los familiares de los presos han denunciado las "deplorables" condiciones higiénicas de las cárceles y la "pésima" atención médica, a las que se une la deficiente alimentación.

Otro reporte de Cubanet publicado esta semana informó sobre cartas de los prisioneros políticos Jorge Luis García Pérez (Antúnez) y Héctor Palacios Ruiz, quienes denunciaron que las autoridades carcelarias cubanas utilizan la alimentación como método represivo.

Antúnez, recluido en la cárcel de Ariza, Cienfuegos, dijo que el régimen utiliza la tortura por medio del hambre para tratar de resquebrajar la postura de los presos políticos.

Palacios Ruiz, quien cumple una condena de 25 años en la prisión de Kilo 5, Pinar del Río, afirma que él no es un preso de estómago sino de conciencia, pero que "hay que librar esta batalla, porque están utilizando la comida como un método más de represión".