La mayoría de los condenados "languidece bajo condiciones infrahumanas que significan una violación de las reglas mínimas de la ONU para el trato a presos y detenidos", denunció el disidente Elizardo Sánchez, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
"Por lo menos una decena son sexagenarios y algunos padecían serias enfermedades en el momento de su detención", afirmó en declaraciones citadas por EFE.
Un año después, su salud "se ha deteriorado como consecuencia de todo este tiempo sufriendo en confinamiento solitario, en áreas de aislamiento y castigo de unas diez prisiones de alta seguridad situadas generalmente a centenares de kilómetros de sus hogares", explicó.
"Ninguno tiene acceso a agua verdaderamente potable, los alimentos que reciben son prácticamente incomibles y en pésimas condiciones higiénicas, aparte de insuficientes; la atención médica es muy pobre y están sometidos a verdaderas plagas de insectos y ratas", agregó.
Según la CCDHRN, al menos doce presos políticos están hospitalizados y diez presentan un estado "incompatible con el internamiento carcelario".
La disidente Miriam Leiva, esposa del economista independiente Oscar Espinosa Chepe —condenado a 20 años—, ha denunciado en reiteradas ocasiones la situación del preso político.
Espinosa Chepe, de 63 años, padecía ya serias afecciones hepáticas en el momento de su arresto, y su estado de salud se ha agravado progresivamente en prisión. Recientemente, los médicos del hospital militar Carlos J. Finlay, de La Habana, le diagnosticaron tumores cancerígenos.
"Estoy muy alarmada, pienso que lo están matando lenta y dolorosamente", dijo Leiva.
Héctor Palacios se recupera de una operación de vesícula tras "un año en el que ha vivido bajo la tortura física y psicológica", según Gisela Delgado.
Por su parte, Blanca Reyes afirmó que si escribiera un libro "pondría de título En defensa de Raúl", porque es lo que ha hecho en el último año.
Reyes dijo estar convencida de que el trabajo de las esposas ha servido para que fuera de Cuba se conozca la situación de los presos políticos. "El gobierno nunca pensó que sin ser una organización nos uniéramos por el mismo problema", afirmó.
Las esposas y madres de los disidentes condenados "se han convertido en sus voces desde la prisión y hoy el pueblo cubano conoce más que hace un año la situación de los opositores", consideró Leiva.
A su juicio, con la condena a los opositores el gobierno quiso dar un "escarmiento" porque "el pueblo estaba perdiendo el miedo". Sin embargo, "ha surgido un fenómeno nuevo, con el que el gobierno no contaba, y es el que ha movido a la población cubana y al mundo entero". |