Las esposas y madres de presos políticos conocidas como las Damas de Blanco realizaron este domingo una marcha silenciosa y sin incidentes por la Quinta Avenida de La Habana, informó la AFP.

Tras asistir a misa en la parroquia de Santa Rita, una treintena de mujeres portando gladiolos, recorrió unos 1.600 metros de la avenida en los dos sentidos. El grupo fue seguido de cerca por numerosos periodistas de medios internacionales.

El pasado domingo 20 de marzo, una demostración similar de las Damas de Blanco fue interceptada por una contramarcha de mujeres partidarias del gobierno, que dijeron consignas a favor de Fidel Castro.

Esto motivó que el viernes último las esposas y madres de presos políticos dieran a conocer una carta dirigida al gobernante cubano en la que lo responsabilizan de su seguridad física y le piden tolerancia para sus actividades.

"Ante la posibilidad de nuevas provocaciones de esta naturaleza nos vemos en la obligación de responsabilizar a la dirección del Estado cubano y sus organizaciones de lo que pueda ocurrir contra nuestra integridad física", dijeron las mujeres en la misiva, entregada a la prensa y al Consejo de Estado.

"No descartamos la posibilidad de que nuestra sangre sea derramada en las calles, luchando pacíficamente por la libertad de nuestros hombres", agregaron.

El texto, suscrito por Laura Pollán, Berta Soler, Julia Núñez, Loyda Valdés y otras familiares de presos políticos, está dirigido también a la Asamblea Nacional del Poder Popular y al Ministerio del Interior.

"Le solicitamos formalmente la tolerancia para el ejercicio de nuestra justa demanda con la misma conciencia y dignidad que las mujeres cubanas reclamaron justicia para sus hijos y esposos, víctimas de la represión de gobiernos anteriores", señalaron las Damas de Blanco.

El pasado lunes, al responder a una pregunta de la prensa, el canciller Felipe Pérez Roque defendió lo que él considera el derecho de los revolucionarios de responder en la calle a los disidentes, a quienes acusó de trabajar "en la Isla al servicio de Estados Unidos".

"Si algún majadero provoca a sus vecinos debe saber que en algún momento perderán la paciencia y enfrentarán sus provocaciones", dijo Pérez Roque.

"Hay que decir claramente que en Cuba las calles son de los revolucionarios, del pueblo, y comprendo la reacción popular contra los que intentan provocar", añadió el funcionario.