Cartas
www.cubaencuentro.com Lunes, 16 de junio de 2003 www.cubaencuentro.com

Encuentro en la Red agradece los comentarios, inquietudes y críticas de sus lectores. Las cartas no deberán exceder las 200 palabras e incluirán el nombre y la ciudad del remitente. La redacción se reserva el derecho de editar o resumir los textos.

Por favor les ruego, háganle llegar al autor de Roma paga a los traidores, pero Roma desprecia a los traidores, publicado en la sección de Opinión, el diario de Manuel Vázquez Portal.

José Miguel Salindera

EnviarImprimir

Señor Ángel Velásquez:

El problema de Cuba no tiene absolutamente nada que ver con Estados Unidos. El gobierno de Bush es un gobierno más en la historia de ese país, el próximo año el pueblo norteamericano decidirá si lo quiere gobernando por otros cuatro años o no. Si Bush fuera reelecto, seguiría gobernando por ese término y luego perderá cualquier derecho a ser presidente otra vez... ¡Qué maravilla la democracia!, pero sobre todo tenemos la libertad de criticarlo, contradecirlo e insultarlo públicamente. Personalmente, lo que más me satisface es la libertad de cambiar el canal mientras el presidente ofrece su discurso.

Gracias a los medios cubanos de difusión, el pueblo de Cuba está seguro de que EE UU prepara una invasión a Cuba... Que nosotros los "traidores" en el exilio contratamos "mercenarios" para agredir a Cuba, aun cuando nuestros dólares sustentan a muchos cubanos anualmente, al menos para que nuestros familiares en la Isla ingieran algunas proteínas para poder gritar "Socialismo o Muerte" bajo el sol caribeño en la Plaza.

¿Qué imagen ven los niños cubanos cuando piensan cómo lucen los exiliados? ¿Ven gusanos? ¿Reptiles? ¿Ladrones y asesinos? Traidor es la palabra más usada... ¿Traidor a qué? Tengo entendido que para traicionar algo, hay primeramente que hacer un voto de lealtad, comprometerse... ¿La patria? La patria es la patria para nosotros también. Pero "Patria y libertad" no es sólo el lema del Banco Nacional de Cuba, es el derecho de cada individuo a la libertad de ser el que decide cómo pensar, qué decir, con qué comprometerse. No puede existir Patria sin libertad. Por eso nosotros los "gusanos" nos llevamos nuestra patria para dondequiera que encontramos la libertad.

Ser un exiliado cubano en EE UU no significa tener que apoyar a Bush o a Clinton, o a quien sea el presidente. Hay exiliados que se dicen comunistas, otros son demócratas, otros son anarquistas... Nosotros los traidores podemos ir a Internet y leer el Granma, Juventud Rebelde, Tribuna de La Habana..., podemos incluso escuchar a los Van Van y disfrutar nuestra cubanía en cualquier sitio.

Si algo me hace sentir tristeza y frustración es cuanto me mintieron durante los primeros 23 años de mi vida en Cuba. Fidel puede retener la información, puede prohibirle al pueblo el derecho a pensar por si mismo, puede desvirtuar la realidad cada vez que quiera… Pero al final, cuando la realidad es más fuerte que cualquier historia, cuando uno la puede sentir, ver, oír, escuchar, ¡comparar!, es que descubrimos que la libertad es parte de uno mismo. Te la pueden controlar, pero no te pueden privar de ella.

J. Rubén Mendoza, Nueva York

Referencias
Roma paga a los traidores, pero Roma desprecia a los traidores (ÁNGEL VELáSQUEZ)
EnviarImprimir

Amigo Larrea, mi familia y yo disfrutamos muchísimo de sus Cartas y el otro día en una rumbita en casa de unos socitos leímos la Carta a John Lennon y la Carta a Carlos Marx. Todavía quedan dos exiliados históricos ingresados en el Kendall Hospital y los médicos no han logrado que paren de reírse.

Entonces, este mensaje es, primero para felicitarle por su buen sentido del humor y segundo para sugerirle una Carta a la jaba. Recuerde que los cubanos somos los únicos seres (sobre) humanos cuyo cuerpo se divide en 4 partes: cabeza, tronco, extremidades y jaba.

Saludos y mucho éxito,

Rolando Carmenates,
Miami

EnviarImprimir

Decido dejar constancia de mi modesta opinión sobre el artículo A las jineteras, de Carlos Alberto Montaner, sobre este doloroso tema para todo cubano de origen o ciudadano del mundo que se solidarice con nuestra nación. Creo que este análisis de Montaner, en el estilo a que nos tiene acostumbrado, merece ser divulgado de forma masiva, para que quizás llegue a la conciencia de algún turista de los que visitan nuestra patria en busca del "ligue". En los años antes de lograr salir de Cuba tuve la ocasión de observar esta terrible metamorfosis en la hija adolescente de un matrimonio de raza negra, ambos militantes del Partido Comunista, y que, para ejemplo y envidia de otros vecinos, terminó con la compra de una residencia en Miramar, llena de sofisticados electrodomésticos.

Ruego disculpas por lo extenso del comentario, mi única excusa es que me pareció excelente.

Jesús H. García

EnviarImprimir

En el artículo El imperialismo de la bondad se afirma: "... aquellas aventuras bélicas que costaron la vida a más de 40.000 cubanos...". ¿40.000 muertos en las guerras cubanas en África? ¿No se le habrá ido un cero? Uno de los pilares del prestigio de este diario es la objetividad, independientemente de la diversidad de opiniones de los autores, pero afirmar que hubo 40.000 muertos en las aventuras geopolíticas sólo en África, está fuera de toda objetividad histórica.

Saludos,
John Galbraith

EnviarImprimir

El artículo El imperialismo de la bondad trae a colación un tema que se ha denunciado miles de veces y que no es un secreto para ningún cubano (aunque los de la Isla tengan que callarlo), ni ningún extranjero que conoce la realidad del régimen de La Habana. Durante más de 30 años, los estudiantes cubanos han sufrido la discriminación más mezquina frente a sus colegas extranjeros que estudian en Cuba. Los ejemplos que pone este artículo son nuevos, pero sólo una repetición de la misma política que se ha seguido durante todo este tiempo. Recuerdo que los estudiantes extranjeros en las facultades de medicina, tenían incluso hasta derecho de poseer equipos de aire acondicionado en pleno "Período Especial", cuando el resto nos pasábamos noches sin dormir antes de los exámenes por el calor y la falta de electricidad.

No, señor Smith, no es de mala entraña denunciar esta desigualdad. Como no lo es mencionar el hecho (no entiendo por qué se concentra en lo de las "jineteras", cuando el autor sólo las menciona como telón de fondo para tratar otros temas... usted sabrá...) de la prostitución de las profesionales cubanas, cuyos estudios universitarios no incluían en principio los "servicios sexuales". Es cierto que muchas no lo hacen, pero otras tantas sí, y eso no se puede ocultar. No creo que el autor esté tratando de atacarlas a ellas, sino al régimen que ha provocado ese "cambio de profesión". Por otro lado, nadie negará que los programas de enseñanza para extranjeros en Cuba han sido y son nada menos que un pretexto bastante burdo (aunque muchos por ahí se lo toman como cierto) para adoctrinar y básicamente soliviantar a los jóvenes de Latinoamérica y del resto del mundo. Muchos ex miembros del FPMR chileno, el FMLN salvadoreño, las guerrillas colombianas (estudié con unos cuantos de ellos) y de cuanto movimiento "izquierdista" y/o violento ha existido en los últimos casi 30 años en los cuatro continentes, se formaron y se forman en Cuba. A algunos no se les exige asistir a las clases de filosofía marxista, porque les aguardan otros métodos más sutiles y menos palpables de adoctrinamiento. También es cierto que la principal misión de muchos de los que salen en misión internacionalista, es la de "predicar el evangelio de la revolución" a dondequiera que van. No en balde, como acertadamente se nota en El imperialismo de la bondad, los seleccionados no siempre responden a ciertos estándares profesionales, sino que se les evalúa según sus características "socio-políticas", en otras palabras; en cuan leales son al régimen y su "compromiso con la misión" (antes expuesta) que van a desempeñar. Claro, como siempre, el régimen falla y muchas veces los que salen, no regresan (incluso a riesgo de no ver a sus familiares hasta que a la dictadura le dé su real y "revercunderísima" gana de dejarles entrar); pero otras veces la sola presencia de personal cubano en tierras extranjeras contribuye a la desestabilización de sociedades completas. El ejemplo de Venezuela es más que claro.

Por todo esto, señor Smith, creo que se equivoca de mala entraña. No es este artículo el que necesita un transplante de órganos urgente, sino el putrefacto y perverso régimen que provoca esas denuncias.

Saludos,

Ernesto Suárez,
Kansas City, Missouri

EnviarImprimir

"Podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía"
Gustavo Adolfo Bécquer

Querido Raúl Rivero:

Es muy difícil escribirte. Pero peor sería no trasmitirte mis sentimientos. Si te llegase la mera notificación de que un extraño desde tierra extraña ha intentado abrazarte ya este mensaje habría cumplido su cometido.

Inhibe mi escritura saber que en estos momentos te tienen enjaulado en condiciones infrahumanas. Mi ánimo espontáneo sería el de gritar la rabia que siento. Pero no creo que sea lo que realmente necesitas. Me viene entonces a la mente la dedicatoria "A León Werth", de El Principito, pero tú estás sufriendo más que un judío en tierra ocupada y yo no soy ni la sombra de Saint-Exupéry.

De niño —nací y me eduqué en la Revolución— sentía gran admiración por los mártires de la lucha contra el dictador Fulgencio Batista. En la escuela, que llevaba el nombre de uno de ellos, escuchaba electrizado las anécdotas del Directorio Revolucionario, del Movimiento 26 de Julio, del Movimiento Estudiantil... Las hazañas de aquellos jóvenes dispuestos a jugarse la vida por el porvenir de la patria me erizaban la piel.

Durante 25 años, los que viví en Cuba, tanto me los martillaron en el cerebro que al final más me parecían fantasmas. Llegué incluso a dudar de su existencia. Suena paranoico... La paranoia es uno de los muchos cuños que llevamos en la frente los que crecimos en la isla doble: ínsula aislada.

Paranoia que no es sino la desconfianza infinita que le sigue al desencanto absoluto. Desencanto que resulta de la Gran Cognición a veces tardía pero de cualquier modo inevitable: yo desperté de una sacudida con el eco de los fusiles anunciando desde La Cabaña que se había cumplido la sentencia de aquel abyecto simulacro de juicio. Corría 1989.

A partir de entonces, y a falta de coraje, mi obsesión fue una: irme. Quería redescubrirme como individuo. Y lo logré dos años después. Aunque no me arrepiento, siempre me ha perseguido un sentimiento de culpa. Creo que sin el desangre de más de dos millones de cubanos se le habría hecho más difícil al dictador Fidel Castro construir ese castillo hueco adornado de hermosos sustantivos y adjetivos que es su reino mágico y funesto.

He vuelto a descubrir a los mártires que en cualquier época de nuestra Historia han luchado por la libertad de los cubanos. Desde la distancia he seguido de cerca, a modo de expiación, el quehacer y la obra de tanto cubano valiente que ha preferido el yugo para pararse sobre él y lucir en su frente la estrella que ilumina y mata. Y por encima de mi vergüenza, me enaltece, como si fuera de nuevo un niño en la escuela, saber de patriotas como tú que hoy se juegan la vida por el porvenir de la patria.

Recibe un abrazo lleno de admiración y de respeto,

Manuel Salinas,
Colonia, Alemania

EnviarImprimir

El imperialismo de la bondad, de Michel Suárez, es un artículo de mala entraña, que responde más a la filosofía del odio y el debate estéril. Un ejemplo del realismo socialista periodístico al revés, con la peor retórica del lenguaje de la guerra fría. Realmente son ofensivas esas reducciones de las jóvenes cubanas como prostitutas, pues si es cierto que se da el caso, es injusto y mentira que todas se cambiaron por un jabón. Las cubanas doctoras que yo conozco se bañaron sólo con agua, pero no se convirtieron en prostitutas.

Para ser objetivo y sincero no hacen falta estos artículos que recuerdan las peores editoriales propagandistas de la mentira.

Vladimir Smith

EnviarImprimir

Llegue a ustedes el reconocimiento por su excelente labor, como una forma de tender un puente de acercamiento entre los cubanos, un encuentro verdadero en la búsqueda de soluciones al problema de nuestra patria. En la situación tan compleja de hoy, en medio de una represión tanto sutil como directa contra todos los que piensan, pues ese es el mayor delito en la Cuba actual; allí no es necesario expresarse de forma contraria, si se muestra un pensamiento independiente, una voluntad de solución de los problemas, esto es suficiente para ser perseguido, expulsado de su centro de trabajo y, lo que es más duro, que sufran igual maltrato su familia incluido los hijos, no importa la edad. Les pido a los lectores y colaboradores de Encuentro en la Red que aman al pueblo cubano, que se requiere mucha inteligencia, mucho amor para los que allá en condiciones muy difíciles luchan a veces en forma anónima, silenciosa. Basta de tanto odio, de tanto espíritu de revancha, el momento es de reflexión y de búsqueda. Recordemos a nuestro apóstol cuando decía: "Para verdades trabajamos, y no para sueños. Para libertar a los cubanos y no para acorralarlos". Gracias por su labor, empinémonos y miremos desde nuestro exilio involuntario las verdes palmas que como novias esperan que vuelva a ondear en el Turquino la bandera de la estrella solitaria, libre y soberana.

Abdala Salvador,
Nueva Jersey

EnviarImprimir

Gracias por el artículo tan esclarecedor Otro futuro mejor es posible, de Juan Antonio Blanco. También creo que hay otro futuro posible. No hay que elegir entre Bush y Fidel, hay gente inteligente con nuevas opciones para el futuro de Cuba, que no tienen porque eliminar los beneficios de la educación y la salud, y sí abrirnos democráticamente al mundo. Fidel y compañía subestiman al pueblo cubano, la mayoría de nosotros sabríamos elegir y no precisamente una propuesta de gobierno manipulado por Washington, pero tampoco el totalitarismo del actual régimen.

Mari Muñoz

EnviarImprimir
   
 
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Galeria
Galeria
Revista
Revista
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir