Muy bueno el artículo Indefensión y omertá, de Miguel A. García Puñales. Todavía hay muchas más cosas que faltan, o que se podrían agregar. Un ejemplo claro de otras cosas que se ocultan está en los resultados del censo realizado en 2002. ¿Dónde están? ¿A quién no le convendrá que se publiquen?

¿Quién no querrá que se sepa el estado de las viviendas, la cantidad de habitantes por vivienda y el nivel de vida de la población?

¿Cuántos somos?, un número en la prensa y nada más, realmente no me dice mucho. Sólo que no crecemos, ¿o es que nos estamos "exportando"?

Cuántos hombres y mujeres hay no me interesa mucho ya porque soy casado. Cuántos negros/mulatos/blancos hay, tampoco, eso se ve cuando te montas en el "Camello" o vas al estadio Latino. No obstante, ni de eso se ha hablado.

Lo otro, eso es lo que queremos saber o lo que queremos que se sepa, porque saberlo, eso lo "sabemos" en carne propia.

PS

Inspirado en el artículo Cuarentones, que me parece muy bueno, sigo en el tema de nuestra generación de cubanos nacidos en la década de los sesenta y setenta. No estamos tan viejos como para no hablar de futuro, pero debemos mirar lo que hemos hecho y estamos haciendo, sobre todo por nuestra patria. En especial, me refiero a los que logramos "instalarnos fuera" y tal vez somos mirados con ciertos ojos por los compatriotas que están "vegetando en la Isla".

Es hora de dar pasos como generación madura, más cuando hemos vivido en países al abrigo de la democracia. Muchos cubanos residentes en el extranjero han olvidado por qué salieron de Cuba o aún peor nunca lo interiorizaron.

Aun residiendo en el extranjero, muchos no conocen de leyes, Constitución ni libertad de expresión; emplean los conocimientos adquiridos en las becas cubanas. No es tarde para despertar de nuestro insomnio político y moral, sacudirnos del cuerpo las pulgas castristas y vestirnos de sendos cubanos. Cuarentones, pero valientes y decididos a que nuestros hijos y hermanos en la Isla sean libres.

Luis Entrialgo

Me gustó mucho el artículo Nueva Jersey: El cristal con que se mira, porque digamos que soy cubana, que vine de manera legal a Canadá, pagando no sólo el proceso de inmigración, incluso un chequeo médico por un médico canadiense, sino los permisos de salida de Cuba, así como un chequeo médico donde ningún galeno cubano me vio. En las oficinas de Inmigración no pudieron darme nunca una explicación sobre este pago, que asumí como el último impuesto a pagar para poder irme de la Isla.

Digamos que cualquier canadiense con cualquier tipo de antecedente penal tiene el derecho de obtener su visa para viajar a Cuba, que no llega a 30 dólares canadienses. Digamos que los cubanos tenemos que ir al Consulado cubano a solicitar dicho "permiso de entrada" y pagar $96, y recibirlo no se sabe cuando. Digamos que tenemos derecho a tres semanas de estancia, puedes prorrogar 9 días pagando otros $25.

Digamos que decides hacer el proceso al revés e invitar a tu madre a que venga a Canadá a pasar unos meses. Digamos que inmigración de Cuba, para darle el permiso de salida del país, no acepta una carta gratis sino una que debes hacerla en el consulado cubano. Digamos que por este servicio te cobran 244 dólares canadienses.

Digamos que luego de pagar el permiso de salida de Cuba, $150, tu madre llega a Canadá y quiere permanecer contigo varios meses. Digamos que en ese caso tienes que pagarle al consulado cubano 48 dólares canadienses por cada mes que permanezca fuera de Cuba. Canadá sólo exigió $35 por la visa válida por 6 meses.

María CSV

Como en ocasiones anteriores y por otras organizaciones, este documento trata de darle un sustento teórico a lo que se ha dado en llamar "la transición" en Cuba. Lo novedoso de este documento, y lo que le distingue sin dudas de otras propuestas recientes es su carácter completamente lúcido, claro y conciso. En él se analizan las opciones concretas a seguir por una futura República de Cuba, sin Fidel Castro, que garantice la verdadera y plena libertad del individuo con una participación de todas las fuerzas de la sociedad cubana dentro y fuera del archipiélago. Hay que destacar el carácter liberal (libertario para los que nos leen desde EE UU) de este documento, donde el individuo, no el Estado, es el centro de la sociedad. ¡Muy bien por Todos Unidos! Tienen todo mi respaldo, consideración y admiración.

Ernesto Suárez,
Kansas City

Todos Unidos: Propuesta de Programa para comenzar a solucionar los graves problemas de la sociedad cubana

Mi más profunda admiración y respeto por los que participaron en la creación de este importante manifiesto creado por Todos Unidos. Recoge de manera concreta y acertada la realidad cubana, y propone soluciones que en la mayoría de los casos son posibles en las condiciones actuales. Sólo hay algo con lo que no estoy de acuerdo y es en el capítulo VII) Estado... y servicios a la población, en cuyo punto 8 se plantea que se permitan prestar servicios médicos y estomatológicos de manera privada a la población. No creo que eso tenga en general un efecto positivo en el pueblo, pues en estos momentos ya existen personas cuyo nivel de vida está por encima del nivel promedio del "cubano de a pie", y aunque sería ingenuo pensar que en la futura sociedad la diferencia de clases será abolida, tampoco hay razón para desde tan temprano incentivar o promover un factor más, que lejos de reunirnos tienda a separarnos más. Vivo en Canadá, un país que no es perfecto pero que se acerca bastante a este término. Y si como país desarrollado, la medicina es en un 90% gratuita, no veo razón por la que en Cuba, donde el 95% de la población padece todo tipo de problemas de salud, la atención médica pueda ser en algunos casos privada. Me gustaría mucho pensar que los que no vivimos en Cuba podamos enviar nuestro apoyo a Todos Unidos.

Lourdes Herrera

Todos Unidos: Propuesta de Programa para comenzar a solucionar los graves problemas de la sociedad cubana

La agonía del régimen puede medirse en el grado de ineptitud de sus actuales dirigentes. Esteban Lazo dirigiendo la prioritaria oficina ideológica. Un tragapiedras de canciller. Recuerdo casi con nostalgia los "tiempos dorados" de Aldana y Robertico Robaina. Se les podrá achacar muchas cosas, pero no negar inteligencia y fantasía para ejercer con cierto garbo sus importantes cargos.

Julián,
Colonia, Alemania

Rutinas de un ideólogo

Ciertamente el artículo titulado Cuarentones es el desgarrador balance de una generación que fue educada para dominar el universo y hoy apenas si controla su propio destino. Pocas veces tengo la oportunidad de leer crónicas tan objetivas y humanas. El hecho de ver a mi generación desde esta perspectiva resulta chocante. Es un enfrentamiento a un resumen histórico decepcionante y no por ello menos real.

Gustavo Loret de Mola

Acabo de descubrirles por un amigo que me envió el artículo Cuarentones y que me viene como anillo al dedo. Soy de esa generación, los nacidos en los sesenta, y me tocó vivir bastante de todo eso. Gracias a Dios y a mis padres que abrieron el camino, nos salimos de ese laberinto. Bueno, sólo quiero felicitarlos por el artículo y a la autora. Gracias y desde ahora tienen otro fiel lector en Miami.

José Antonio

Coincido otros lectores acerca de la calidad del artículo Cuarentones. En lo de las "Vueltas a Cuba", sin embargo, discrepo con la autora, con respecto a que estas estaban al alcance de todos los que hoy tenemos esta edad. Nada menos cierto. Este tipo de excursiones sólo estuvo al alcance de los "privilegiados" hijos de pinchos y profesionales de buen sueldo. Para el resto de la población, las tales Vueltas, no fueron sino otro de los inalcanzables sueños de esta generación. De los viajes a los países socialistas, ni hablar. Por lo demás, un excelente trabajo. Felicitaciones a la autora y a Encuentro.

E. Kurba

Cuando preciso un análisis crítico sobre un asunto cubano acudo a estas páginas. El 7 de febrero, el asunto fue la denegación de visas a los músicos cubanos invitados a participar en la celebración de los premios Grammy en Los Ángeles. El periodismo crítico, que tanto y tan bien se ha fijado en el régimen cubano, bien podría haberse dirigido a la política exterior de Estados Unidos. Por ejemplo, la manera en que el equipo del ex gobernador Bush ha usado el terrorismo como pretexto para limitar el contacto entre los pueblos norteamericano y cubano, y obstaculizar el acercamiento supuestamente peligroso de los músicos del Buenavista Social Club. La injerencia del gobierno en el campo cultural para obviar los efectos políticos no deseables es una táctica que a cualquier cubano le tendría que resultar familiar, y a cualquier periodista cubano, un fenómeno digno de comentarse en una revista dedicada a temas nacionales.

James Buckwalter-Arias,
Madison, Indiana

EE UU niega visas a músicos residentes en la Isla para asistir a la entrega de los Grammy