Cartas
www.cubaencuentro.com Martes, 18 de mayo de 2004 www.cubaencuentro.com

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La carta de Caridad Vidal me produce una sensación tan grande de repugnancia que la he tenido que leer tres veces para ver si era cierto lo que ahí decía.

¿Cómo cree que cortando el encuentro familiar le vamos a salir al paso a Castro? ¿Cómo cree que un "exilio histórico" tiene la voz mandante en cuanto a las decisiones que se tomen aquí en Estados Unidos con respecto al gobierno de Castro? ¿Cómo habla de "hierro" a nuevas medidas si "oxido" es su verdadero mensaje en esas ideas?

Yo digo NO a lo que usted llama "algo es algo"; yo digo NO a una nueva policía que persiga nuestros pasos cada vez que viajemos a visitar a nuestra familia en Cuba, y claro, digo NO a esa cantidad de disparates que usted y el señor Bush intentan echarle a nuestra gente encima.

José González,
Washington D.C.

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Creo que en el artículo El affaire mexicano se exageró comparando a Castro con el "Napoleón imperialista". Es al mismo Castro, antiguo admirador del emperador de los franceses, a quien esta comparación regocija y llenaría de orgullo, habida cuenta de que, imperialista o no (y éste es otro tema, que excede el de la presente misiva, pues habría que tomar en cuenta a cuál concepto de "imperio" se afilió Bonaparte y por qué), Napoleón en definitivas fue un constructor, no sólo de Francia sino de la Europa moderna. Muchas veces se obvia, sea por prurito nacionalista o por otra razón, que el verdadero padre de la Unión Europea actual es Napoleón Bonaparte, sin contar que es también el padre de los nacionalismos europeos. Napoleón abolió los privilegios feudales —cierto es, por medio de la espada— y liberó a los judíos de los ghettos, otorgándoles ciudadanía, por donde quiera que pasó. Su Código Civil fue el instrumento modernizador más importante del siglo XIX, con mucha repercusión en América Latina, y todavía perdura básicamente. Impulsó la banca, el comercio, la educación, la libertad de cultos y el ecumenismo religioso. Se hizo elegir emperador por referéndum y la gran mayoría del pueblo francés lo aceptó, lo contrario entre los miembros de su propio ejército, lo cual le molestó mucho, pero fue el voto del pueblo quien decidió. Cuando casi todos sus colaboradores lo conminaron a abdicar tras la derrota de Leipzig, entregó voluntariamente el poder. Luego de la derrota final de Waterloo, se sometió sin resistencia a quien lo venció, Inglaterra. No obstante este último fiasco, Napoleón fue todo un "hombre de éxito", lo cual no es precisamente su admirador caribeño.

Isis Wirth

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Caridad Vidal ha escrito con tal prepotencia, intolerancia y desconocimiento de la realidad Cuba-exilio de los últimos 45 años, que sólo le faltó especificar:

D. Todos los cubanos en el exilio tienen que inscribirse en mi regimiento militar que partirá, en pocas horas, a liberar Cuba, en mucho menos.

Vamos, somos de carne y hueso, y algunos tenemos dos dedos de frente.

Jaime Blas,
Miami

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Las nuevas medidas de Bush contra Castro son más de lo mismo, pero algo es algo. Estas medidas no tendrán hierro si no se imponen multas a los cubanos que viajen y envíen transferencias a Cuba por terceros países.

Creo que el exilio histórico de Estados Unidos debe dejar de ser visceral y empezar a luchar para implantar las medidas que sí dañarán a Castro.

A. Derogación de la Ley de Ajuste Cubano.

B. Prohibición tajante de los viajes de los cubanoamericanos a Cuba.

C. Prohibición de todas las transferencias a Cuba.

Implantación de un organismo de seguimiento que vigile las posibles infracciones, con la imposición de multas elevadas, derogaciones de residencias y pérdidas de ciudadanía norteamericana.

Ya es hora de que el exilio histórico cubano de Estados Unidos se deje de sensiblerías. Es natural que los cubanos llegados recientemente tengan unos intereses contrapuestos, pero para cuando puedan votar y tener peso económico y político pensarán igual que el exilio histórico, ya ha pasado antes muchas veces.

Otra cosa, la gran mayoría de los cubanos que han llegado a España recientemente y que me encuentro en la calle, declaran "que ellos no son gusanos" y que están aquí para "ayudar a su familia de Cuba". La gran mayoría, no todos, te explican que ellos vivirían felizmente en Cuba si tuviesen "fulas" y que la política de Castro no les representa ningún problema.

Creo que si los cubanos que llegan a Estados Unidos presentan estas mismas características, la Ley de Ajuste Cubano no tiene ningún sentido.

Caridad Vidal,
España

Referencias
Washington reduce las remesas y los viajes de cubanoamericanos a la Isla
Bush anuncia un endurecimiento de la política de Washington hacia La Habana
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Mis felicitaciones a Encuentro en la Red, pues estaba ansioso de leer una entrevista como la hecha a Menoyo (Fuego cruzado). Si Cuba evolucionara políticamente a la democracia, Menoyo aparenta tener la capacidad y madurez necesaria para unificar criterios opuestos. A pesar de su ambivalencia, él y sólo él sabe esbozar los puntos claros para emplazar la tiranía Castrista y su retórica. Quizá sea el método más sabio para lograr la meta del derrocamiento. El tiempo nos dirá.

Carlos Delgado

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Otro "once" complicado... aunque no sangriento, afortunadamente. El 11 de mayo (¿qué pasa con ese numerito...?) hubo verdadero pánico en este país, todavía no ha terminado. Las tiendas que abrieron se abarrotaron de personas que compraban, enloquecidas, por temor a una subida de precios. Las tiendas grandes tuvieron que ser custodiadas por policías, me dicen que hubo hasta vidrieras rotas, con piedras, no sé si será verdad. Ahora me cuenta una amiga, que su hijo trabaja en un banco, que está acuartelado, porque la gente, los pocos que tienen dinero ahorrado, lo están sacando.

A mí me agarró esta crisis con muy poco en el refrigerador, pero espero que vuelvan a abastecer las tiendas de comida, en un par de días. Ojalá.

Eugenio Hernández

Referencias
Medidas de La Habana desatan la alarma entre los cubanos
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Muy buen artículo el de Ayudas no pactadas. Esta maniobra injerencista-electoral-complaciente de Bush, en momentos donde su administración tiembla y pierde credibilidad por día, no puede sonar más desesperada de lo que suena por asegurar unos miles de votos en el sur de la Florida; donde nos tropezamos con mentes que, a pesar de los hechos y la Historia, piensan que esa clase de medidas y la "bendición del Santo Patrón de Bush-USA" es lo que va a lograr que el régimen de Fidel Castro sucumba. No hay arreglo, la Historia se demuestra sola y los resultados siguen siendo los mismos: le siguen dando la misma excusa a Castro para esgrimirla a los ojos de la opinión mundial y se les sigue poniendo cada vez peor la vida (o la supervivencia) a los millones que viven en Cuba.

¿Cuándo se darán cuenta que esa "matemática" de ellos no funciona? ¿Por qué no brindar su apoyo de otra forma, si es que de verdad les interesa el pueblo que vive en Cuba? ¿Por qué no apoyar más a todos los movimientos cívicos de disidencia dentro de Cuba? Porque para asegurar los votos de la Florida no hay que meterse en "eso".

Ariadna

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Pensaba opinar también sobre los cambios anunciados con respecto a la política hacia Castro por parte del gobierno de Bush, pero creo que el artículo Vade voto, y la opinión de la lectora Ileana Fuentes resumen mis ideas con relación a esa jugada electorera.

Nos están haciendo la vida un "yogurt" lo mismo allá en Cuba, que aquí en Estados Unidos. ¿Tendré que esperar tres enormes años para visitar a mi familia en La Habana y Santa Clara? Esa medida es tan cruel como al estilo del señor Castro. ¿Por qué de nuevo nos quieren pisar la cabeza y alejarnos de nuestra familia aún más? ¿Qué pasa señores? ¿No se dan cuenta el mar de desesperaciones y vicisitudes que a ambos lados nos han confinado a vivir? Aquí, llenos de cosas a consumir, pero con el alma pobre por la ausencia de la familia; allá, con el alma vacía por la ausencia familiar y la "ligereza" en el estómago. Déjense de estar jugando con los sentimientos nuestros de una vez, lo mismo los de aquí, que los de allá.

José González,
Washington DC

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Acertado el artículo de hoy en portada, Vade voto, de Alejandro Armengol. Pero no: no se trata, como dice, "de una estrategia errónea, aunque no desacertada en todos sus aspectos", este nuevo plan de la Casa Blanca —léase, del Partido Republicano— que quiere pasar por "definición de una política hacia Cuba" cuando no lo es. El autor enmienda su propia plana en los dos últimos párrafos de su escrito: "lo fundamental que tienen las medidas recién anunciadas es que obedecen a un plan electoral" diseñado para ganarse al sector votante de la comunidad cubanoamericana en Miami y extramuros. En eso, la estrategia es muy acertada.

La mayoría de ese sector votante cubanoamericano no se verá afectada ni por los cortes en el envío de remesas familiares ni en lo que concierne a los viajes a la Isla, pues estos exiliados, ciudadanos de Estados Unidos desde hace muchos años, ya no tienen vínculos personales o familiares en Cuba.

¿Se comportarán con mayor seriedad y consecuencia los demócratas respecto a Cuba? No lo sé. Pero lo que sí sé es que la hipocresía de los republicanos con respecto a Cuba es inaguantable. La hipocresía del régimen cubano también es inaguantable, pero ésa, al menos, es de esperar. En Washington, no obstante, son tantos o más los republicanos (que demócratas) en el Congreso que levantarían el embargo mañana mismo. Y cierto es que en tres años y medio de administración republicana el Servicio de Guardacostas ha seguido repatriando a los piesmojados de la Isla sin piedad. ¿Dónde está la compasión tan cacareada por el presidente cuando de balseros cubanos se trata?

El exilio se ha dejado engañar por todos los ocupantes de la Casa Blanca desde que a Ronald Reagan lo disfrazaron de criollo en guayabera para exhibirlo en la pedestre y nada glamorosa Esquina de Tejas en La Pequeña Habana. Ahora, con el tejano nuquelar al mando, resulta que mucho recrudecimiento a nivel de pueblo, pero ¡abrakadabra! a los puertos y las compuertas para que la industria agropecuaria del imperio le venda a Cuba en "cash" constante y sonante desde el último grito del ganado Holstein, hasta las gallinas más "hormonadas" del planeta. ¿Quiere decir esto que los granjeros americanos sí pueden contribuir al enriquecimiento de la mayimbocracia cubana, pero los cubanoamericanos no pueden contribuir a la subsistencia de sus parientes en Mayajigua?

Hay un subcontexto inconstitucional y discriminatorio en este asunto, que si llegara a los tribunales norteamericanos, echaría abajo no sólo estos nuevos parámetros, sino los que han estado vigentes hasta ahora. Al optar por apretarle el cinturón al exiliado de a pie, bien pueden reventársele a esta Casa Blanca todos los amarres que hasta ahora han limitado las remesas y a los viajes. En su torpeza, esta administración bien puede haber sentado las bases para una batalla legal en el plano de los derechos civiles que conduzca al punto opuesto que tiene como meta.

Las 435 páginas del documento Powell precisan de una lectura cuidadosa. Algunos detalles suenan bien en teoría. Pero el informe no es un documento sobre la política de la administración Bush para Cuba, sino un amansaguapo abrecaminos —algo así como un elegguá electoral— para la campaña de reelección de George W. en la Florida.

Yo, al menos, me niego a que se siga insultando mi inteligencia, como si mi condición de cubanoamericana me acreditara como ente imbécil. No puede tenerse fe en los políticos que no entienden ni pío sobre la problemática cubana, ni podemos seguir poniendo nuestra confianza en quienes no nos respetan. Estamos ante el americano torpe, primo hermano del americano feo. El feo ofendía por arrogante; éste ofende por su doble moral.

¿Más dinero para la disidencia? ¿Para la actividad civil independiente? Bueno, pero ¿es que ya borraron de los ordenadores gubernamentales los acontecimientos de marzo de 2003? ¿Es que nadie le ha traducido a esta administración la Ley Mordaza, o los textos de los juicios en contra de los 76 opositores?

Hay mucho más que decir sobre este tema. Son muchas y largas las páginas del documento Powell. Pero como pinta hasta ahora, me parece que esto pinta mal.

Ileana Fuentes,
Miami

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El amigo Ernesto Suárez, de Kansas City, debiera leer las declaraciones de congresistas y funcionarios del propio gobierno de Estados Unidos acerca del trato a prisioneros en Irak y, luego, repensar su frase acerca de que "no imitan los métodos de Husein y sus socios".

Raúl Ávila,
Ottawa

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