www.cubaencuentro.com Jueves, 21 de octubre de 2004

 
  Parte 1/2
 
Cuba en Atenas
Quedar entre los 10 primeros en la tabla de medallas no parece imposible, siempre que suceda lo que espera La Habana: hacer más con menos.
por JORGE EBRO, Miami
 

Aunque en la Isla no lo reconozcan de manera abierta, la crisis económica también ha tenido un impacto en la participación cubana en los Juegos Olímpicos de Atenas. La delegación antillana ha vuelto a reducirse de un ciclo a otro y las autoridades sólo comentan que han sustituido cantidad por calidad.

Judo
Amarilis Savón (azul) encabeza la escuadra de judo.

La Isla ha viajado a la capital griega con una embajada de 159 deportistas, cuando a Sydney 2000 lo hizo con 238. En la cita australiana, Cuba terminó en el noveno lugar al ganar 11 medallas de oro, 11 de plata y nueve de bronce.

Ahora, las autoridades de la Isla aseguran haber hecho una exhaustiva selección de talento que podría arrojar una resultado similar, o mejor, con menos personal. La meta principal parece ser no quedar por debajo de los 10 primeros en la tabla general de preseas.

No es imposible, pero siempre unos Juegos Olímpicos —donde se reúne lo que más vale y brilla del deporte mundial— proponen un nivel de exigencia que rara vez se encuentra en otros eventos, sin olvidar el factor sorpresa que incide a favor o en contra.

De cualquier manera, La Habana —que compite en 16 de las 28 disciplinas en disputa— se frota las manos en ciertos deportes que tradicionalmente han significado mucho en la cosecha de medallas, como el boxeo, el judo y el atletismo, y aunque sólo da una presea pero de enorme "valor moral", el béisbol.

Empecemos por este último. Cuba ha preparado una selección de 22 peloteros que muestra un estado de renovación altísimo en comparación con la escuadra que asistió a Australia hace cuatro años y, si no ocurre un cataclismo de última hora, nada impide la conquista del oro.

En Sydney, un joven prospecto que respondía al nombre de Ben Sheets —hoy todo un estelar de Grandes Ligas con Milwaukee— amarró a los antillanos de punta a punta, lo que hizo que perdieran el título ganado primero en Barcelona 1992 y renovado en Atlanta 1996.

Sheets no le permitió libertades a un seleccionado que sería el canto del cisne para veteranos como Orestes Kindelán, Antonio Pacheco y Omar Linares. Estados Unidos se llevó el oro al ganar el choque decisivo 4-0, y a Cuba le pareció que hubiera perdido la Olimpiada entera.

Con la eliminación estadounidense en la clasificación —injusticia con un campeón olímpico al obligarlo a clasificar de nuevo—, así como de otras potencias como Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela, Cuba sólo tiene dos grandes rivales: Canadá y Japón.

Especialmente, los nipones son los más capacitados para disputarle la supremacía a los cubanos. El País del Sol Naciente ha logrado reunir una escuadra repleta de jugadores de sus dos ligas profesionales con fuerte énfasis en el pitcheo.

Otra caída es inadmisible para una nación que respira béisbol por los poros, y de nada vale quedar en primer lugar general, si el deporte nacional no recupera el orgullo mancillado hace cuatro años.

1. Inicio
2. Boxeo milagroso...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
¿Continúa la maldición?
JE, Miami
Las Mayores se calientan
El ídolo prohibido
ARMANDO LóPEZ, Nueva Jersey
Las nuevas joyas del béisbol cubano
IVáN GARCíA, La Habana
700 razones para la inmortalidad
JORGE EBRO, Miami
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir