www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
   
 
Fin de ciclo
¿Palmeiro ingirió esteroides con pleno conocimiento de causa o cometió la mayor estupidez del mundo?
por JORGE EBRO, Miami
 

Oficialmente, la temporada de Grandes Ligas ha terminado para Rafael Palmeiro, pero en realidad lo había hecho hace mucho tiempo, desde el día en que se supo que por su cuerpo circulaba una sustancia prohibida por el béisbol.

R. Palmeiro

Los Orioles de Baltimore le comunicaron a Palmeiro que no vestiría más el uniforme del equipo por el resto de una campaña que para ellos ha sido más que desastrosa, no sólo por la prueba positiva del inicialista en los chequeos antidopaje, sino por otros descalabros con jugadores como Sidney Ponson y Sammy Sosa.

Eso sin contar el despido, a mediados del verano, del manager Lee Mazzilli, quien ha cargado con las culpas suyas y las de otros jugadores.

Pero el cubano no se va sin controversia. Según varias fuentes, Palmeiro citó una inyección de vitamina B12, proporcionada por su compañero de equipo Miguel Tejada, como la posible causa de su positivo, en las pruebas que de manera secreta realizan las Ligas Mayores.

El dominicano Tejada, Jugador Más Valioso del pasado Juego de las Estrellas, es el líder indiscutido de los Orioles. El hecho de que Palmeiro lo haya mencionado en una audiencia para revertir una suspensión de 10 días, no ha caído nada bien dentro de la organización.

"Estoy asombrado", expresó Tejada. "Nunca le he dado esteroides a nadie. Me han examinado tres veces y estoy limpio. Lo he estado toda mi vida. No estoy preocupado porque no soy culpable. Sólo le di B12 y eso es legal".

La vitamina B12 contribuye a mantener saludables las células nerviosas y los glóbulos rojos y se encuentra en una amplia gama de alimentos. No tiene nada que ver con el estanozolol, la sustancia encontrada en el organismo del cubano, que es conocida mundialmente por ser la utilizada por el corredor canadiense Ben Johnson.

De sueño a pesadilla

Aunque sus abogados emitieron una declaración y manifestaron estar perturbados por los comentarios que alegan la implicación de Tejada por parte del cubano, lo cierto es que el rumor no le hace ningún bien en momentos en que toda su carrera es auscultada al máximo.

Cuando los Orioles firmaron hace dos años a Palmeiro, contemplaban la posibilidad de retener al hombre que sumaría a sus 500 cuadrangulares la impresionante cifra de 3.000 hits, lo cual habría sido —y lo fue mientras duró— una exitosa operación de relaciones públicas y de venta de entradas.

Pero todos esos sueños se han convertido en una pesadilla recurrente. Al contrario de lo sucedido con Jason Giambi, de los Yankees de Nueva York, el caso de Palmeiro parece no tener fin.

Se sabe que Giambi también dio positivo en una prueba y al principio de temporada era abucheado inmisericordemente, pero su posterior levantón ofensivo lo ha convertido en un héroe dentro de la Gran Manzana.

Palmeiro, por el contrario, tras regresar de su suspensión se vio en medio un letargo con el bate y al final tuvo que salir a jugar con tapones en los oídos para no escuchar los gritos de los fanáticos en su contra.

Por el momento, el Comité de la Cámara de Representantes que investiga si hubo perjurio cuando Palmeiro negó enfáticamente que hubiera consumido esteroides, no piensa acusar al cubano por falta de evidencias, pero eso no significa que consideren que el primera base está libre de pecado.

Se espera que el Comité haga públicos los resultados de la investigación para que los aficionados saquen sus propias conclusiones: Palmeiro ingirió esteroides con pleno conocimiento de causa o cometió la mayor estupidez del mundo.

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