Desde el pasado 13 de mayo se desconoce el paradero del voleibolista cubano Maikel Salas, quien llegó en esa fecha a España junto a la selección cubana, informó EFE.

El colocador Salas, de 23 años y con sesenta partidos internacionales en su palmarés, se habría convertido en el noveno jugador que en los últimos tres años aprovecha los torneos en que participa el equipo de la Isla para quedarse en el extranjero.

La selección cubana llegó a España procedente de Atenas, donde había participado en varios amistosos contra el equipo griego.

Tras una escala en el aeropuerto internacional Madrid-Barajas, Salas tenía previsto unirse al resto de sus compañeros en Portugal, pero no viajó a ese país, según informaciones citadas por EFE.

El equipo cubano inició, a principios de mayo, una gira por Grecia y Portugal antes de afrontar el preolímpico en Madrid. Catorce jugadores componían la expedición y sólo doce regresaron a La Habana.

El líbero Javier Brito también "desapareció" en la capital española, y ni siquiera llegó a disputar el último compromiso del preolímpico, ante Camerún, el 29 de mayo.

La fuga de jugadores cubanos de voleibol comenzó el 29 de diciembre de 2001. Ese día, seis internacionales que habían participado en un torneo amistoso en Bélgica, huyeron a Italia. Eran seis componentes del equipo titular: su capitán Yosvany Hernández, Ángel Dennis, Ramón Gato, Jorge Luis Hernández, Yasser Romero y Leonel Marshall.

El pasado 4 de enero, otro internacional, Yosleider Cala, solicitó asilo político en Puerto Rico, tras concluir el preolímpico NORCECA que se disputó en la ciudad de Caguas.

Los primeros seis jugadores que huyeron a Italia ya han cumplido los dos años de sanción estipulados por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) y han podido competir esta temporada. A los restantes les aguardan idénticas suspensiones.

El suizo Jean Pierre Seppey, gerente de la FIVB, afirmó que cualquier club que contrate a un jugador que haya abandonado su equipo "será inmediatamente suspendido", de seis meses a un año y podrá ser sancionado con una multa que puede ascender hasta los 100.000 dólares.

"No hay ningún cambio en la reglamentación. Da igual que el club que aspire a fichar a un jugador que se ha escapado sea de Primera, de Segunda o de Tercera categoría. La FIVB es muy clara en ese sentido. El jugador que se escape a otro país deberá estar dos años sin jugar", recalcó.

"Eso sucedió con los seis jugadores cubanos que se fueron para Italia en 2001 y ahora volverá a pasar lo mismo", dijo.

Según Seppey, si tras las dos últimas fugas la Federación Cuba de Voleibol decide solicitar a la FIVB algún cambio en la lista de dieciocho jugadores convocados para la Liga Mundial, que comenzó este fin de semana, el pedido "será aceptado".