Recientemente, Encuentro en la Red publicó un comentario titulado Lanzadores a la carga, donde se mencionaba la labor exitosa de los tiradores Liván y El Duque Hernández, José Ariel Contreras y Danny Báez, que colectivamente ganaron nueve juegos y perdieron tres durante el primer mes en las Grandes Ligas.

Camilo Pascual integró un grupo de cuatro pitchers cubanos en la temporada de 1968.

Denominé al grupo "los cuatro grandes de la pelota cubana" y en relación con ese trabajo, se recibieron cartas de lectores que preguntaron si en anteriores torneos hubo otros cuartetos de pitchers cubanos con un desempeño similar.

Al revisar datos acerca de grupos de cuatro monticulistas en las Ligas Mayores, encontré la labor prominente de nuestros paisanos. Es el caso de Camilo Pascual, Miguel Cuéllar, Luis Tiant y Diego Seguí, quienes consiguieron 48 éxitos y 37 fracasos en la temporada de 1968. Camilo obtuvo 13 triunfos y perdió 12, Cuéllar (8-11), Tiant (21-9) y Seguí (6-5). Bien puede decirse que fueron cuatro grandes de la pelota cubana. Pascual, que había debutado en 1959, ya tenía 10 contiendas en su haber y era catalogado como uno de los mejores serpentineros de la Liga Americana. Se retiró con 174 victorias y 170 descalabros.

Los resultados individuales mencionados de 1968 no fueron los mejores para Cuéllar, que en 1963 alcanzó 23 triunfos, 24 en 1970, 20 en 1971, 18 en 1972 —cifra que repitió en 1973— y 22 en 1974. Era entonces uno de "los reyes del box" en Grandes Ligas.

Luis Tiant, considerado el mejor lanzador cubano que ha desfilado por la Gran Carpa, tuvo dos brillantes etapas, separadas por problemas en su brazo de lanzar. La primera vez jugó cinco años seguidos para el Cleveland, a partir de 1964, y en ese tiempo salió airoso 66 veces y sucumbió en 44. En 1969, tuvo serias dificultades por las lesiones y reapareció en 1972 con el Boston, con el que hizo historia, ya que ese año ganó 15, perdió 6 e inició una carrera de lujo importantísima.

En 1973, Tiant se impuso en 20 juegos, logró 22 en 1974 y 18 en 1975. Ya en 1976, con 36 años cumplidos, tuvo foja de 21 triunfos y 12 fracasos. Su trayectoria con los bostonianos le dejó 121 victorias y 74 reveses. Es todavía candidato al Salón de la Fama y sus numeritos son mejores que los de muchos que hoy exhiben sus nombres en la galería de los famosos. Archivó 229 éxitos, con 172 derrotas, y Cuéllar ganó 185 con 130 pérdidas.

Seguí, abridor y relevista, en 1968 acumulaba 32 triunfos con 59 reveses, pero posteriormente conquistó 60 juegos más y 52 derrotas, para un total de 92 y 111.

En la pelota amateur cubana también hubo otros grupos de cuatro pitchers que se distinguieron. Fue en el Mundial de 1943, cuando sobresalieron Isidoro León, Sandalio Consuegra, Natilla Jiménez y Julio Moreno, que se convirtieron en quinteto con Limonar Martínez. Después, allá por 1978, hubo en la selección nacional otro cuarteto de valía con Braudilio Vinent, Rogelio García, Julio Romero y Juan Carlos Oliva.