Cuando la cadena HBO suspendió el pasado mayo la exhibición del documental Comandante, de Oliver Stone, por considerarlo "obsoleto e incompleto" luego de los últimos excesos represivos en La Habana, pocos creyeron que el famoso director accedería a las condiciones impuestas por la televisora para revisar su decisión.

Oliver Stone y Fidel Castro en La Terraza, bar preferido de Ernest Hemingway.

Algunas luminarias de Hollywood parecen guiarse, sin embargo, por una ética muy particular, y Stone está de nuevo en Cuba. Viajó con la anuencia gubernamental y en busca de otros puntos de vista para añadir al filme, y que éste vuelva a la programación de la Home Box Office.

Comandante se rodó en la capital cubana en febrero de 2002 y tiene como eje una entrevista concedida por Castro al creador de JFK durante tres días, con un total de treinta horas de filmación. Se exhibió a principio de este año en el Festival Sundance y en el de Berlín, y según varios críticos es apenas un "material de propaganda" en el que el gobernante vitalicio de Cuba repite, entre otras cosas, que las prostitutas de la Isla ostentan títulos universitarios y que en el país no hay consumo de drogas, aunque meses después se reconoció lo contrario.

Stone explicó que en Comandante muestra a "un ser humano con valores" y defendió su visión positiva del hoy anciano héroe que en 1959 liberó a Cuba de sus opresores e insiste, medio siglo después, en que continúa en la obra.

No sólo Stone —que en definitiva es considerado un arquetipo de liberal americano— se siente a sus anchas en la Isla prohibida a sus conciudadanos. Francis Ford Coppola, Jack Nicholson y Kevin Costner, y algunos otros con menos Oscares, se han paseado con cierta frecuencia por las pantallas y calles de La Habana. Steven Spielberg, narrador con mano magistral de la difícil tarea de salvar al soldado Ryan, declaró que su encuentro con Castro fueron "las ocho horas más importantes" de su vida. Sin duda una opinión respetable, proveniente de un conocedor de dinosaurios que sentó cátedra en la materia en el inolvidable Parque Jurásico.

Comandante no sólo fue excluido de la programación de HBO. En el Festival Tribeca, que auspicia en Manhattan Robert de Niro, fue sustituido por un documental sobre el opositor pacífico cubano Oswaldo Payá, uno de los entrevistados ahora en La Habana en el intento de buscarle equilibrio a Comandante.