www.cubaencuentro.com Viernes, 28 de octubre de 2005

 
  Parte 5/5
 
Dos procesos judiciales: un mismo autor
Documento redactado por el preso político Arnaldo Ramos Lauzurique, en el que compara las condiciones de los disidentes encarcelados con las de los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos.
 

De acuerdo con la ley, el resultado de la apelación, como plazo máximo, debía ser conocido el 30 de mayo. No fue hasta el 30 de junio, por carta de mi esposa, cuando supe que en la apelación se ratificaba la sentencia de 18 años de privación de libertad que me impusieron. Estamos sometidos a régimen de mayor severidad, que no se corresponde con la condición de reos pendientes del resultado de la apelación, según la ley, y que además es de extrema crueldad, como a continuación detallo:

- Estamos recluidos en celdas selladas de 3 por 1,7 metros.

- Sólo podemos salir unos minutos diariamente a bañarnos y a tomar el sol una hora, de lunes a viernes.

- Las salidas al exterior para visitas familiares, llamadas por teléfono o consultorio médico debemos hacerlas esposados, condición que no se le impone al resto de los presos, muchos de ellos sujetos a largas penas por hechos violentos.

- Nos quitaron nuestras ropas de civil, mientras los presos comunes las usan cotidianamente.

- En la visita de aseo que tuve me quitaron seis cartas de felicitación que había hecho por el Día de las Madres, así como una carta de agradecimiento al Papa por su preocupación por todos nosotros. Me dijeron que revisarían las cartas, pues se reservaban ese derecho. Al expresarles que eso era una violación de la correspondencia, me respondieron que nosotros carecíamos de derechos.

En una visita del MININT (Ministerio del Interior), efectuada el 16 de mayo, procedente de La Habana e integrada por un general entre otros oficiales, planteé el asunto de la correspondencia y un teniente coronel de Villa Marista me dijo que eso ocurría en todas las cárceles del mundo. Las visitas sólo pueden ser de dos familiares de primer grado, mayores de edad y están programadas cada tres meses. Las condiciones son totalmente discriminatorias con relación a los demás presos, algunos peligrosos, que se mueven por el penal sin restricciones. Los comunes tienen visitas cada dos meses.

Las llamadas visitas de pabellón o conyugales están programadas cada cinco meses, es decir, dos por año. En casi tres meses no he podido realizar ninguna llamada a mis familiares. El 3 de junio se presentaron en esta prisión para visitarnos las esposas y familiares de casi todos nosotros, pues esa era la fecha que les habían informado. Después de recorrer cientos de kilómetros, cargados de bultos, no los dejaron pasar ni siquiera a saludarnos y entregarnos las cosas que nos traían, todas necesarias, dadas las precarias condiciones en que nos encontramos. Entre los visitantes estaba la hija de 4 años de Antonio Ramón Díaz Sánchez, quien no pudo ver a su padre.

Hemos sido sometidos a vejámenes, como el aplicado a Ángel Moya Acosta, a quien pasearon desnudo por el penal, esposado y descalzo por más de 300 metros hacia una celda de castigo. Eso ocurrió el 16 de mayo y allí permaneció más de tres días en esas condiciones.

En el Granma del 23.06.03 hemos podido leer que un sacerdote comunista británico se ha carteado con los cinco espías; visitó a Gerardo Hernández en la cárcel de Lompor, recibió autorización para visitar a Ramón en Texas y espera poder visitar también a René y Fernando. En entrevista concedida a Granma, este cura comunista justifica nuestro encarcelamiento y las penas de muerte aplicadas a los tres secuestradores de la lancha Baraguá.

Este trabajo no pretende dar a conocer nada nuevo sobre las condiciones carcelarias en Cuba, ampliamente conocidas, sino poner de relieve la doblez de un gobierno que a cinco espías presos en Estados Unidos exige condiciones de encarcelamiento, que está muy lejos de ofrecer a los cubanos que encarcela en su territorio. Espero que este trabajo lo lean algunas de las personas de buena fe que en el mundo se encuentran atrapados en la campaña que el gobierno cubano ha desatado en defensa de cinco espías. Confío en que mi trabajo los llame a reflexión.

Arnaldo Ramos Lauzurique, Prisión Provincial de Holguín.

60 años de edad, economista, subdirector del Instituto Cubano de Economistas Independientes Manuel Sánchez Herrero y miembro de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

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4. A mi esposa no le informaron...
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