¿Apoya el Consejo una intervención militar en Cuba?

No.

¿En ninguna circunstancia?

Si mañana existe una circunstancia en Cuba, donde Fidel Castro comienza a disparar contra la población, yo pienso que sería una circunstancia única donde se pediría ayuda a cualquier parte que pueda impedir una masacre. Pero de pedir una intervención militar a Cuba, nunca lo hemos pedido ni creo que estemos en posición de pedirla. Este exilio no se ha caracterizado por pedir una intervención militar en Cuba.

Una de las diferencias notables de ustedes con la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) es la tendencia del Consejo a favor de los republicanos. ¿Se trata de una política establecida dentro de la organización?

No se trata de preferencia por el Partido Republicano. La FNCA, en otras épocas, ha tenido una posición de decir: 'vamos a ver qué ofrece este bando y qué ofrece este otro, y cuál puede ser lo mejor para el cambio en Cuba'. Por ejemplo, Bob Torricelli era un demócrata, pero hizo una ley complementaria al embargo. Ahora estamos viendo un Joe García y un [Jorge] Mas Santos [director ejecutivo y presidente de la FNCA, respectivamente], que dijeron el otro día: 'vamos a ver qué tiene que ofrecer Kerry'.

Pero [John] Kerry ha sido muy claro. Ha dicho que apoya el embargo pero pide el levantamiento a las restricciones a los viajes de los norteamericanos, que salvaría la fracasada industria turística que pertenece a las Fuerzas Armadas y que ha fabricado hoteles donde no pueden entrar cubanos, donde les pagan salarios miserables y donde no pueden ser socios de esos negocios, que ahora están vacíos. Les hace falta el dólar americano, y eso es lo que propone Kerry. Entonces, ¿qué vamos a buscar con Kerry?

¿A qué se debe la oposición del CLC a Todos Unidos y el Proyecto Varela? ¿No es divisoria esta política de privilegiar a unos opositores por encima de otros? Algunos críticos señalan que de esta manera el Consejo le hace el juego a Castro, dividiendo la oposición.

El Proyecto Varela lo concibió Oswaldo Payá y representa una reinserción dentro del propio sistema. Puede tener sus méritos, pero cuando uno viene a Estados Unidos y pide en el Congreso el levantamiento del embargo y de las restricciones de viaje, que es lo mismo que estaba pidiendo en ese momento el representante de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, entonces ese proyecto realmente no está ahí para hacerle mucho daño al régimen castrista.

El Proyecto Varela no es el único dentro de Cuba. Oscar Elías Biscet era de los que decía que apoyaba el embargo, fue apresado, salió de prisión y siguió diciendo que apoyaba el embargo y lo volvieron a meter preso; Martha Beatriz Roque es otro ejemplo similar. Aquí, cuando alguien abre la boca y discrepa, eso es debilitar a la oposición. El cubano tiene que aprender a discrepar, todo el mundo tiene derecho a crear su proyecto, a dar sus ideas, eso es la democracia.

Ha vivido casi toda su vida en Estados Unidos, ¿de dónde viene su pasión por el tema cubano?

Desde que tengo uso de razón estoy viendo madres que han perdido a sus hijos, esposas a las que les han fusilados sus esposos; estoy oyendo de las tragedias de los hombres y mujeres dentro de las prisiones de Castro, a víctimas que sobrevivieron al hundimiento del remolcador 13 de marzo y han contado cómo perdieron a sus seres queridos.

Ese flujo constante de esa gran tragedia que es Cuba, que es más que la música, que el tabaco, que el ron, y más que la pachanga e ir a ver el cielo azul que extrañan, esa para mí es Cuba. Eso es lo que mantiene ansiosos de hacer algo por Cuba a muchos de mi generación y a otros que nacieron aquí. Esa es la razón por la que la causa de Cuba no ha muerto, porque lo más normal es que después de 45 años ya la gente no se acordara, y eso no ha pasado con Cuba.

¿Le interesaría participar en la política de una Cuba post Castro?

Me encanta todo lo relacionado con la política, pero nunca me ha pasado ni la menor idea de aspirar a ningún cargo político, porque no me gusta. Pero sí sueño con ese día. Todos los cubanos tenemos derecho a poder regresar si queremos, a quedarnos allí, a irnos, y no acepto que venga ningún proyecto a decir que los cubanos del exilio están limitados a regresar durante algún tiempo, porque Cuba nos pertenece a todos.