www.cubaencuentro.com Lunes, 19 de julio de 2004

 
  Parte 3/4
 
Johnny Pacheco: 'Celia era la orquesta'
Un año después de la partida de La Guarachera de Cuba, el músico dominicano recuerda a 'la negra de los cien mil voltios de potencia'.
por ARMANDO LóPEZ, Nueva Jersey
 

Celia era así, humilde de nacimiento… y desenfadada. Se dormía dondequiera. La envidiaba. Estábamos esperando para salir a escena, y ella me decía: 'déjame tirar una pestañita ahí, unos 20 minutos'. A veces íbamos a cenar y yo le hablaba: '¿te acuerdas del tema cual o más cual?', y de momento ella roncando, gggrrrrrrr, y yo hablando solo. Pero eso sí, la veías media dormilona, pero cuando salía al escenario era como si Pedro la enchufara. Lo que salía a la pista era una negra con cien mil voltios de potencia.

¿Cuál fue el momento más especial de aquella etapa?

Viajamos mucho, a España, a Suramérica. Pero el viaje inolvidable fue al África. En el avión fletado iban americanos famosos como James Brown y Lloyd Price, una retahíla de estrellas. Pero ninguno con el sabor caribeño. A las cinco de la mañana yo saqué la flauta, Pupy Lagarreta el violín, y Celia se alborotó. Bailó y cantó marcando la clave con dos chancletas de palo.

Los americanos no entendían nada. '¡Ustedes no duermen!'. Cuando aterrizamos en Zaire nos esperaban 10.000 negros dando gritos, y salió James Brown saludando: 'my people, my people', y de momento le pasaron por encima, ovacionando: '¡Pacheco, Pacheco!'.

Celia se dobló de la risa. James Brown, asombrado, preguntó: '¿y quién es el Pacheco ese?'. Y Celia le respondió: 'ese jabao que está ahí, y nosotros estamos aquí por él'.

Lo que no sabía Brown era que yo ya había ido nueve veces al África, conocía que adoraban la música cubana, y que su himno era La Guantanamera. Así que le pedí a Celia que la cantara. Cuando Celia, con su voz telúrica, comenzó a cantar el tema que popularizó Joseíto Fernández, 110.000 personas la corearon. Fue el momento más emocionante de mi vida. La música cubana volvía a sus raíces.

¿Qué relación profesional existió entre Pacheco, Celia y Marlon Brando?

El actor de Un tranvía llamado deseo era joven y apuesto, sonaba una tumbadora increíble. Nos subíamos a tocar a la azotea de la calle 45 y la Décima Avenida, en un barrio malísimo que le decían la Cocina del Diablo. Marlon era enfermo a la música cubana. Bailaba como un "salao", formando lío con su pelo, y hasta se defendía en español.

Una tarde me dijo en cubinglesh: 'Checo (nunca me dijo Pacheco), hoy sí Celia me va a oír tocar las congas'. Pero tuvo que escaparse, porque una turba quería su autógrafo. Dos años después, en Hollywood, al fin se encontraría con Celia. Marlon le preparó un concierto de tumbadora a la negra. Estaba excitado, como un niño, pero cuando comenzó a tocar, Celia comenzó a roncar. El actor más famoso del cine casi lloraba: 'soy un tumbador frustrado'.

Y es que Celia tenía sueño viejo, llegaba a la casa para tirarse en la cama. Yo oigo decir de las virtudes cocineras de Celia, y yo no sé cuándo tocó las ollas, porque en ese tiempo que vivía en Queen, comíamos de corre corre, en restaurantes, y haciendo chistes.

Para cada cosa, Celia tenía una respuesta comiquísima. En la escena, cuando inspiraba, le daba la espalda al público, y nos hacía muecas a los músicos, nos moríamos de la risa. Una noche, en México, en una de esas, se le cayeron las pestañas, y le quedaron colgando como una cortina, y músicos y público desgañitados de risa.

1. Inicio
2. ¿Por qué...?
3. Celia era así...
4. ¿Por qué...?
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
'Cuba nos pertenece a todos'
IVETTE LEYVA MARTíNEZ, Miami
'Un gobierno democrático en Venezuela será duro con Castro'
YAMILA RODRíGUEZ EDUARTE, Caracas
Un reto para la Iglesia
JORGE SALCEDO, Cambridge
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir