Usted fue el político más joven que participó en la redacción de la Constitución de 1999, la cual incluyó la figura del referéndum revocatorio presidencial. El próximo 15 de agosto los venezolanos estrenarán ese tipo de consulta popular. ¿Qué puede hacer Chávez para salir triunfante del proceso?

En condiciones normales, Chávez pierde el revocatorio. A pesar de todas las trampas que hizo el gobierno, las cuales incluyeron la presión y el chantaje a los empleados públicos para que no fueran a firmar contra el presidente, se lograron recoger las firmas necesarias para convocar al referéndum.

Para ganar la consulta, Chávez deberá realizar una gigantesca y estruendosa trampa, y de ello estamos conscientes los dirigentes de la oposición. Desde hace un tiempo, el gobierno realiza maniobras fraudulentas para asegurarse los votos, como la expedición masiva de cédulas de identidad. Se puso en vigor una resolución nueva que permite la nacionalización inmediata de los extranjeros, sin cumplir los requisitos de ley. Las oficinas de inmigración y extranjería están abarrotadas de personas que, a cambio de la ciudadanía venezolana, deberán darle su voto a Chávez. Esta es una perversión política que no se había visto en Venezuela.

Otro peligro que se corre es con el conteo de los votos. La oposición había exigido que se hiciera de forma manual, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) se decidió por la automatización, con la cual tenemos serias reservas. La empresa seleccionada no tiene credenciales para asumir el proceso automatizado. Por allí pudieran escamotearnos los votos.

Nuestra organización Un Solo Pueblo está exigiendo que la transmisión de los datos sea auditada en caliente, al mismo tiempo que se realice la votación. Si no se hace una revisión rigurosa de los datos nos pueden burlar.

Por descontado está que el gobierno ejercerá presión sobre los empleados públicos para que no voten. Y que comprará conciencias. Todos los programas de corte populista que el gobierno ha implementado con asesoría cubana, no tienen otra finalidad que captar los votos de los más humildes.

¿Chávez habría llegado tan lejos en su intento de quedarse en el poder, sin la asistencia de Fidel Castro?

Jamás. Fidel Castro es un autócrata que lleva 45 años sometiendo a un pueblo, sin someterse a una elección presidencial, quien de seguro le mete veneno puro en el oído a este militar venezolano todos los días. El gobierno de Chávez ha intentado calcar el régimen castrista, pero no lo ha conseguido del todo, porque aún quedan reductos de democracia en el país.

La presencia cubana es fuerte en Venezuela, pero no tanto como para parar el referéndum revocatorio. No pudo simplemente. El gobierno había decidido que no había consulta, pero el resultado fue que lo obligamos a contarse.

Pocos extranjeros pueden contar una historia como la suya en Cuba. ¿Estaría dispuesto a repetirla?

Cuba ha sido muy importante para mí. Son 15 los viajes que he dado a la Isla desde que estudiaba Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela (UCV). En aquellos momentos me interesaba comparar el sistema socialista con el capitalista y hacerme mi propia opinión. En 1997 caí preso en Venezuela por mi libro Cuánto vale un juez, en el que denunciaba la corrupción judicial. Yo no sabía qué iba a pasar con mi vida y recurrí a la Virgen de la Caridad del Cobre. Le prometí a Cachita que si me liberaban le iba a llevar el libro. En aquella oportunidad cumplí mi promesa, y luego la fui a ver otras seis veces más. Me hice devoto de ella.

Luego del encarcelamiento de más de 75 disidentes pacíficos en Cuba, y a propósito de la presencia de castristas en Venezuela —con la intención de alfabetizarnos en los valores de la revolución y el socialismo—, Un Solo Pueblo decidió actuar en Cuba. Nosotros dijimos: 'si ellos nos vienen a enseñar sobre el socialismo y el comunismo, nosotros les vamos a enseñar allá sobre la libertad, la democracia y el pluralismo, a ver si les gusta'.