Que Brasil se abstuviera en la más reciente votación sobre derechos humanos en Ginebra —donde se aprobó una débil resolución contra La Habana— no fue obstáculo para que el régimen cubano le negara recientemente visa oficial a congresistas cariocas cuyos planes eran entrevistarse en la patria de Martí con colegas isleños y representantes de la disidencia.

El embajador cubano, Alfonso Fraga, entra al Ministerio de Exteriores en Santiago de Chile.

Esta negativa la sufrieron también legisladores mexicanos y chilenos, que solicitaron visa por sus países respectivos y programaban viajar junto a los brasileños. Según dijo a la prensa el diputado azteca Tarcicio Navarrete, del Partido Acción Nacional, lo que la cancillería cubana les otorgó en su caso fueron permisos como turistas, "y nosotros —precisó— no íbamos a veranear". "Con este tipo de visa podemos ser detenidos y expulsados del país cuando nos entrevistemos con los defensores de los derechos humanos", añadió Navarrete.

En Chile la actitud de La Habana —que en este caso no concedió visa de ninguna índole a los democristianos Patricio Walker y Exequiel Silva— se consideró como un suceso inédito y de suma gravedad, por los vínculos diplomáticos existentes y porque fue la cancillería de la nación austral,  a instancias de la Cámara de Diputados, la que gestionó los permisos, escribió el diario La Segunda. Círculos políticos entienden que las relaciones deben ser recíprocas y que Chile nunca se ha opuesto a la visita de funcionarios cubanos, en tanto recordaban la que recientemente realizó a este país el vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Jaime Crombet.

Mientras, Adolfo Zaldívar, presidente de la democracia cristiana —de mayor peso en la coalición gubernamental— señalaba que la "negativa es sospechosa" porque "quien nada hace nada teme", y la calificó de ofensa al Gobierno chileno. Otros miembros de la organización política estiman que La Habana se negó al ingreso de Walker y Silva para evitar que denuncien las graves violaciones de derechos humanos que se llevan a cabo en la mayor de las Antillas. La pareja de congresistas anunció, por su parte, que recurrirá a todos los canales oficiales y a la prensa para denunciar la represión castrista.