www.cubaencuentro.com Viernes, 09 de septiembre de 2005

 
  Parte 2/4
 
El proceso de democratización
Una historia de las transiciones: Tras numerosas guerras étnicas y con el influjo creciente de la religión ortodoxa, la estabilidad y la civilidad no acaban de cuajar en los Balcanes.
por JUAN F. BENEMELIS, Miami
 

En Serbia, en el otoño de 1996, fueron numerosas también las protestas callejeras contra la adulteración de los resultados de las elecciones municipales. Algunos datos, como el que aporta el movimiento de desobediencia civil desplegado en Kosovo desde 1989 —con una enorme capacidad de gestación de una auténtica sociedad paralela—, obligan a cuestionar la idea de que sólo los espacios más desarrollados están en condiciones de dotarse de movimientos sociales, nuevos o viejos, de fortaleza apreciable.

Elecciones y fraudes

Se han aplicado sistemas electorales mixtos en tres de los Estados surgidos de la desintegración de Yugoslavia (Bosnia-Herzegovina, Croacia y la actual Yugoslavia) y la cercana Albania. En esa región, los cinco Estados (Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Macedonia y Rumania) y las dos entidades federadas que configuran la actual Yugoslavia (Montenegro y Serbia) celebran elecciones presidenciales directas, en tanto dos (Albania y la propia Yugoslavia) no lo hacen. Esto aparte, Bulgaria, Eslovenia, Montenegro, Rumania y Serbia consideran la posibilidad de celebración de dos vueltas.

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La elección presidencial directa es el criterio más comúnmente empleado en la región. Hay que agregar que los mandatos presidenciales derivados de las elecciones lo son casi siempre de cinco años de duración. Las únicas excepciones las aportan Rumania y Yugoslavia. A esta lista deben añadirse los referendos —de legalidad dudosa— organizados en varias repúblicas yugoslavas: Eslovenia, en diciembre de 1990, Croacia, en mayo de 1991, Macedonia, en septiembre de 1991, Montenegro, en febrero de 1992, y Bosnia-Herzegovina, en febrero-marzo del mismo año.

La población albanesa de Kosovo recurrió al mismo procedimiento en septiembre de 1991, mientras entre la población serbia de varias regiones bosnias y de la Krajina croata se organizaron referendos de vocación sucesoria; en tanto, la comunidad albanesa de Macedonia hizo lo propio en enero de 1992.

En casi todos los procesos electorales del área se han hecho sentir numerosas irregularidades. Así, en Bulgaria se han denunciado abusos en el empleo de los medios de comunicación por el Partido Socialista, al tiempo que desde la Unión de Fuerzas Democráticas se han hecho valer acusaciones de fraude en el cómputo de los votos. También el "Frente de Salvación Nacional" se había servido de manera ostentosa en Rumania de su posición de preeminencia, lo que dio lugar a numerosas quejas sobre la actitud asumida por muchos medios de comunicación.

En las repúblicas surgidas de la desintegración de Yugoslavia, además de numerosas denuncias con respecto a las elecciones celebradas en Bosnia-Herzegovina en 1996 y 1997, se han registrado problemas en Croacia, Macedonia y Serbia. En el primero de estos tres países se han identificado convocatorias visiblemente adaptadas a las necesidades políticas de la "Unión Democrática", tanto en 1992 (elecciones presidenciales y legislativas) como en 1995 (legislativas); así como obstáculos gubernamentales a la constitución de cámaras municipales (Zagreb en 1995), y numerosos ejemplos de control gubernamental de los medios de comunicación.

En Macedonia vieron la luz en 1994 acusaciones contra la Alianza por Macedonia, en virtud de presuntas manipulaciones del censo y fraudes en el cómputo de los votos. En Serbia, las quejas dieron cuenta de convocatorias precipitadas para celebrar elecciones, irregularidades en el cálculo de los votos en las principales ciudades durante las elecciones municipales del otoño de 1996, y signos ostentosos del uso estatal de los medios de comunicación a favor del partido de gobierno.

Los problemas parecen haber sido comunes a todas las elecciones celebradas en Albania, con excepción de las legislativas de 1992. Al respecto, se ha hablado de intimidación, manipulación de los datos, cortas campañas y, de nuevo, supeditación de los medios de comunicación a las candidaturas oficiales.

Un rápido examen de las tendencias generales que muestra el derrotero de la abstención, invita a concluir que son mayoría los países en los que aquella crece. Tal es el caso de Albania, Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Macedonia y Rumania. También son significativos los porcentajes de abstención en las elecciones presidenciales y municipales.

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