El centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) anunció el domingo que deja la coalición que apoya al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, decisión que podría complicar la aprobación de proyectos del gobierno en el Congreso, informó Reuters.

El sábado, el Partido Popular Socialista (PPS) había hecho un anuncio similar, aunque con menores consecuencias para Lula.

La decisión del PMDB, que cuenta con la primera minoría en el Senado, fue tomada en la Convención Nacional de la agrupación, que votó retirar su apoyo al gobierno de Lula y tener un candidato propio a las elecciones presidenciales de 2006.

Los representantes del partido votaron también a favor de la entrega de los cargos ocupados por la agrupación en el gobierno, en el que cuenta con dos ministerios, el de Comunicaciones y el de Seguridad Social.

Los jefes de esas carteras han dicho que permanecerán en sus puestos, por lo que su participación en el partido podría ser suspendida o podrían salir de la agrupación.

Los votos del PMDB, un partido fuertemente dividido, han sido fundamentales para la aprobación de importantes proyectos del gobierno de Lula, ya que además de ser la primera minoría en el Senado, tiene la segunda mayor bancada en la Cámara de Diputados.

Sin embargo, algunos analistas creen que el alejamiento del PMDB de la alianza de gobierno podría tener poco efecto práctico, ya que algunos importantes dirigentes, entre ellos el presidente del Senado, José Sarney, seguirán apoyando incondicionalmente a Lula.

El Partido Popular Socialista había decidido el sábado dejar también la coalición gubernamental.

El partido izquierdista posee 23 diputados sobre un total de 513 que integran la cámara baja, dos de los 81 senadores, y un ministro en el gabinete, lo que lo ha convertido en un socio minoritario de la coalición que lidera Lula.

El legislador Roberto Freire (PPS) dijo que el partido no tiene intención de unirse a la oposición, sino que mantendrá una postura independiente y apoyará al gobierno cuando lo crea conveniente.

Con origen en el ex partido comunista, el PPS ha criticado al gobierno por ser demasiado conservador en su política económica. Lula se ha focalizado en detener la inflación y recortar el gasto público para lograr un crecimiento sostenido.

"Lamentablemente este gobierno es conservador, no izquierdista", dijo Freire, de acuerdo a la agencia de noticias local Agencia Estado.