La XV Cumbre Iberoamericana comenzó este viernes en Salamanca a nivel de jefes de Estado y de Gobierno con un llamado a convertirse en la cita "de la consolidación del sistema iberoamericano".

Inauguración de la XV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno.

El presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, en calidad de anterior anfitrión, dijo que la actual debería convertirse en "la cumbre de la consolidación del sistema iberoamericano" y se refirió a un "antes y un después".

Pacheco agregó que el "antes" fue un "período de forja y preparación (…) y el después ha de ser el momento de pasar de las palabras a los hechos" porque "el hambre no espera y la pobreza no tiene fronteras".

El mandatario costarricense calificó de "trascendental" la creación de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), aunque aclaró que la función de su primer titular, Enrique Iglesias, "no sustituye las obligaciones de los países miembros".

A la ceremonia de inauguración asistieron delegaciones de los 22 Estados miembros, en representación de 600 millones de ciudadanos. El Principado de Andorra se estrena este año en los foros de la comunidad iberoamericana.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llamó en su intervención a trabajar en las sesiones de la cita "fundamentados en el rigor intelectual" y en una "actitud moral que permita que el futuro sea cuanto antes presente".

Al dejar oficialmente inaugurado el foro, el Rey de España, Juan Carlos I, dijo que la "libertad, la democracia y los derechos humanos deben ser los pilares sobre los que se articule la comunidad iberoamericana de naciones".

En el acto también discursaron Kofi Annan, secretario general de la ONU, y Enrique Iglesias, titular de la SEGIB. Annan recomendó "más democracia" a los líderes iberoamericanos a la hora de responder con efectividad a las urgencias de los más necesitados, ante la evidencia de que hay un "amplio descontento social" e, incluso, "malestar político".

Finalmente la delegación oficial cubana presente en Salamanca se mantuvo sólo a nivel de canciller, tras el anuncio de que Fidel Castro no viajaría a España. Los otros mandatarios ausentes fueron el de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Ecuador, que enviaron a sus vicepresidentes.

La nota de color de la jornada la protagonizó el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien llegó tarde al acto inaugural.