Monseñor Eduardo Boza Masvidal, obispo auxiliar de La Habana en 1960, murió el pasado domingo en Caracas, Venezuela, a los 87 años de edad.
Boza Masvidal fue expulsado de Cuba por el gobierno de Fidel Castro junto a otros 130 religiosos, en 1961, cuando se agudizó el enfrentamiento del régimen recién llegado al poder contra la Iglesia católica cubana.
Según el diario El Nuevo Herald, Boza Masvidal era el último sobreviviente del grupo de obispos cubanos que en 1960 firmaron la Circular Colectiva del Episcopado Cubano. El documento denunció "el avance del Comunismo" en Cuba e hizo públicas las graves diferencias entre la Iglesia y el gobierno de Castro.
La Iglesia católica cubana expresó en un comunicado su pésame por la muerte de monseñor Boza Masvidal, y anunció el viaje a Venezuela del obispo de Cienfuegos, Emilio Aranguren, en representación de la jerarquía religiosa de la Isla, informó la agencia AP.
"La Iglesia cubana lo recordará como un incansable defensor de la fe y la dignidad de la persona", indicó el texto.
Boza Masvidal fue ordenado prelado en 1944 y se le consagró obispo auxiliar de La Habana en 1960. Una vez en el exilio, continuó sus actividades en defensa de los valores religiosos y las libertades políticas de los cubanos.
"Aunque lejos de su patria se mantuvo siempre acompañando a los cubanos emigrados", expresó el mensaje de la Iglesia católica de Cuba.
El último viaje del monseñor a la Isla se produjo en 1998, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Cuba.
En su memoria la Iglesia cubana tiene previsto celebrar una misa en la parroquia habanera de La Caridad, donde durante años ejerció su ministerio pastoral el fallecido religioso. |