AFP/ Panamá. El cubano Luis Posada Carriles será llevado a juicio en Panamá entre el 15 y el 19 de marzo próximo, informaron fuentes judiciales el jueves.

También serán enjuiciados Pedro Crispín Remón, Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez Escobedo, detenidos el 17 de noviembre del año 2000, después de que Fidel Castro les acusara públicamente de planificar su asesinato, durante la X Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se realizó en Panamá.

La Fiscalía panameña desestimó los cargos de intento de asesinato, pero acusó a los cuatro cubanos de atentado contra la seguridad del Estado y de introducir explosivos en el país.

El abogado de Posada Carriles, Rogelio Cruz, dijo a la AFP que espera un fallo de la Corte Suprema ante una solicitud suya de libertad provisional mientras se celebra el juicio, a favor de Posada Carriles y del resto de los miembros del grupo.

Añadió que, si el juicio se vuelve a suspender (se había fijado inicialmente entre el 21 y 23 de enero pasado), se realizará entre el 19 y 21 de abril.

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, declaró el jueves, durante la reunión extraordinaria de ministros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en Panamá, que La Habana confía en la condena de los cuatro cubanos.

"Son terroristas. Son gente muy peligrosa. Esperamos que sean condenados. Que no haya perdones y cumplan sus condenas", dijo Pérez Roque.

Cruz aseguró que ante la "falta de pruebas" espera que sus clientes sean liberados, "porque no hay evidencias que los vinculen con la introducción de explosivos y no hay pruebas de un plan para matar a Castro".

"Esos planes para asesinar a Fidel Castro están sólo en la mente de Castro", afirmó.

El canciller cubano dijo que Posada Carriles "fue el autor intelectual" de la explosión en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación, en 1976, en el cual viajaban 73 personas, la mayoría miembros del equipo juvenil de esgrima de Cuba.

Igualmente, acusó a Crispín Remón de asesinar a un diplomático cubano asignado a la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, y a Gaspar Jiménez Escobedo, de evadir la justicia de México por el asesinato de un diplomático cubano, y de participar en el secuestro y asesinato de otros dos funcionarios de la Isla en Argentina.

Posada Carriles dijo el año pasado desde la cárcel a la AFP que los servicios secretos de Cuba les tendieron una trampa y que se encontraban en Panamá no para asesinar a Castro, sino para garantizar la fuga a la cual supuestamente estaba dispuesto a hacer un general de las Fuerzas Armadas.