El eurodiputado socialista español Miguel Martínez Martínez cuestionó el jueves la preocupación del Consejo de la Unión Europea (UE) por la situación de los 75 disidentes encarcelados en abril por el gobierno cubano, y la comparó con el trato dado al caso de los cinco espías de La Habana condenados a fuertes penas en Estados Unidos, informó Europa Press.

"¿Interesan al Consejo los derechos humanos de estos cubanos, o sólo le interesan los de otros cubanos por los que se monta un gran revuelo en estos últimos meses?", preguntó el eurodiputado.

Martínez dijo que la aproximación del organismo a los derechos humanos en Cuba es "selectiva, según quién viola los derechos o según quién es violado", y añadió que la UE en este tema es "incoherente", lo que pone en peligro su "credibilidad".

El socialista español subrayó que su grupo seguirá planteando el tema al Consejo "mientras se sigan dando respuestas burocráticas e indignas del respeto que merece quien las formula".

"La burla a los derechos humanos crece cuando se niega a los presos derechos fundamentales que amplían la violación a sus familiares, a quienes se les impide visitarlos", agregó en referencia a la negativa de Washington de otorgar visa de entrada a Estados Unidos a las esposas de los cinco cubanos presos, miembros de la llamada Red Avispa.

Fidel Castro ha asegurado que el grupo, condenado a penas que van desde los 15 años de cárcel a la cadena perpetua, estaba infiltrado en organizaciones terroristas de la "mafia anticubana de la Florida" para preservar la vida del pueblo cubano y del pueblo de Estados Unidos.

En 2001, la justicia estadounidense encontró a los cubanos culpables de espionaje y conspiración para cometer asesinato en el caso del derribo, en 1996, de dos avionetas de la organización de exiliados en Miami Hermanos al Rescate, hecho en el que murieron cuatro pilotos. Además de penetrar instalaciones militares estadounidenses, e infiltrarse en grupos del exilio y preparar sabotajes y operativos dirigidos a desacreditarlos.

Los 75 disidentes fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel por el gobierno cubano, tras juicios sumarios a puertas cerradas en los que no se permitió la presencia de la prensa ni del cuerpo diplomático acreditado en La Habana.

Entre los encarcelados hay activistas políticos y de derechos humanos, periodistas, sindicalistas, economistas, pedagogos e incluso bibliotecarios independientes. Amnistía Internacional los considera "presos de conciencia". La Habana les acusó de conspiración para subvertir la revolución a favor de Estados Unidos, y les envió a prisiones alejadas de sus lugares de residencia.

Según las denuncias de sus familiares, los opositores están sometidos a "condiciones infrahumanas" de confinamiento; en muchas casos se les niega la atención médica, se les somete a períodos de castigo en celdas aisladas e incluso se les ubica en celdas junto a presos comunes.

En la sesión del Consejo de la UE, el jueves, el ministro de Asuntos Europeos irlandés, Dick Roche, que ocupa este semestre la Presidencia de la Unión, rechazó tomar ninguna medida de acción frente a Estados Unidos en favor de los cinco cubanos miembros de la Red Avispa, al considerar que corresponde al gobierno de La Habana apelar al Convenio de Viena sobre Relaciones Consulares.

Roche aseguró que su preocupación por los Derechos Humanos "es universal", pero si el gobierno cubano está preocupado por el bienestar de alguno de sus ciudadanos en Estados Unidos es él quien lo tiene que plantear a Estados Unidos en virtud del Convenio de Viena, que es el marco para tratar este tipo de cuestiones. "Es el medio que puede usar el gobierno cubano en defensa de sus ciudadanos", indicó.

Respecto al acceso de los familiares a presentar recurso o a la posibilidad de tener entrada al territorio estadounidense, el ministro dijo que el Consejo de la UE deplora "cualquier situación en la que no se respeten los Derechos Humanos en cualquier parte del mundo".