AFP/ México. El empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada, acusado de fraude y protagonista de un escándalo al filmar a políticos mexicanos de izquierda recibiendo supuestos sobornos, fue deportado el miércoles a México, casi un mes después de haber sido detenido en Cuba. El caso ya ha generado fricciones entre ambos países.

"El gobierno cubano, fiel a su invariable política de absoluta transparencia (…) ha decidido proceder a la inmediata deportación a México de Carlos Ahumada Kurtz", dijo la cancillería cubana en un comunicado, al anunciar la decisión diez días antes de que venciera el plazo de que disponía México para concluir el trámite formal de extradición.

México protestó poco después ante La Habana por emitir un "juicio de valor" sobre un asunto interno.

La cancillería cubana indicó que los hechos provocados por Ahumada en México "tienen una incuestionable connotación política y afectan de un modo u otro tanto a funcionarios y autoridades del gobierno como a otras personalidades políticas de ese país".

La Habana dijo que "Carlos Ahumada Kurtz ha declarado que la operación realizada con empleo de los vídeos sobre corrupción difundidos en México fue calculada deliberadamente para alcanzar objetivos políticos y planificada con meses de antelación".

La cancillería mexicana replicó inmediatamente con un comunicado en el que "considera inadmisible dicho juicio de valor en relación con un caso que compete única y exclusivamente a la justicia mexicana resolver y constituye un asunto interno".

Ahumada llegó a México este miércoles por la tarde escoltado por agentes cubanos en un vuelo especial.

Pálido, con ojeras, el hombre que provocó dimisiones en el gobierno de la capital mexicana y un agrio enfrentamiento entre el alcalde y el presidente Vicente Fox ingresó en la cárcel casi siete horas después.

El operativo se retrasó ya que Ahumada se quejó de "dolores opresivos", detalló un comunicado de la Procuraduría. El empresario necesitó ayuda para ser trasladado en el aeropuerto, y mientras las diligencias se alargaban, la expectativa entre los medios de comunicación mexicano crecía.

Ahumada se pudo recuperar sin embargo e ingresó en el Reclusorio Norte a última hora de la noche.

Con ello terminó una fuga de dos meses, desde que huyó de México el 27 de febrero, en su propio avión privado, con destino a Cuba.

El 30 de marzo fue detenido en La Habana, atendiendo a una solicitud de cooperación internacional dictada por la Interpol.

El empresario deberá ahora responder ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PJDF) de las acusaciones de "fraude genérico" por 2,7 millones de dólares en perjuicio de la Ciudad de México.

Pero Ahumada deberá ante todo responder por su "afición" a grabarse en vídeo mientras entregaba dinero en sus oficinas a responsables políticos y municipales en la capital, gobernada por la izquierda.

Tras las acusaciones cubanas, la intriga crecerá indudablemente en México. La transmisión de los vídeos provocó dimisiones en el equipo del alcalde de la capital, Andrés Manuel López Obrador, y la de la ex presidenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centro-izquierda), Rosario Robles —vinculada sentimentalmente al empresario—, además de la peor crisis en la historia de ese partido.

Ahumada, que poseía en México dos clubes de fútbol profesional —Santos y León— empresas de construcción y un periódico, El Independiente,también presentó, a su vez, una denuncia por presunta extorsión, antes de huir del país.