La noticia del viernes 30 de septiembre sobre el arribo a Estocolmo de Osvaldo Alfonso Valdés cita a éste diciendo que "del exilio fueron muy pocas las personas que tuvieron solidaridad. Puedo mencionar a una sola, Carlos Alberto Montaner (presidente de la Unión Liberal Cubana) que nunca dejó de apoyarme y de ser solidario conmigo".
Alfonso tendrá mala memoria, pero yo no. Llegué a la oficina de Nancy Pérez-Crespo (Nueva Prensa Cubana), en Miami, cuando ella conversaba por teléfono con Alfonso, recién salido de prisión. Nancy llamó enseguida a la presidencia de la Juventud Liberal Sueca y coordinó de inmediato con su líder llevar su caso al gobierno. Luego llamó a Alfonso para decirle que las gestiones de su exilio en Suecia se habían emprendido ya. Esta y otras llamadas sirvieron para calmarlo.
Mayra Solloa
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