¿Acostumbras a prestar libros a tus amigos?
Prefiero comprárselos cuando es posible.
¿Tienes un lugar específico para los libros escritos por ti, eso que podríamos llamar tu egoteca?
En mi dormitorio, y no es tanto por egotismo sino porque mis libros siempre fueron tiradas pequeñas y ahora los tengo que tener a mano para hacer fotocopias.
¿Devuelves los libros que te prestan?
De adulta prefiero no pedir libros prestados, no podría marcarlos. Cuando se es joven no importa tanto, pero ya no.
¿Tienes un lugar fijo para leer?
Todo lugar es bueno para leer, hasta el metro, los aviones, pero cuando estoy en casa, el jardín si hace un bonito día, otras veces en la sala, otras en la cocina si tengo algo en curso, y desde luego en la cama.
¿Sueles subrayar y anotar los libros que lees?
Sí. Y también tomo notas. La lectura es una conversación en silencio.
¿Eres monógama para leer o lees más de un libro a la vez?
Totalmente monógama. Me gusta adentrarme en el mundo que crea el autor, ¡e interrumpirlo me parece una herejía digna de la hoguera o de un divorcio!
Por último, si alguien quisiera iniciarse en la lectura y te pidiese ayuda, ¿qué diez libros le recomendarías leer?
No es fácil esta pregunta. Depende de la edad. Pero podría aventurarme. Desde luego, Las Fábulas de La Fontaine y los Cuentos de Perrault, la Ilíada, la Commedia, las cartas de Voltaire, los Ricardos de Shakespeare y sus sonetos, la poesía de John Donne, La Diosa Blanca de Robert Graves, Las Olas de Virginia Woolf, El Maestro y Margarita de Mijail Bulgakov… ¡Diez es muy poco! |