www.cubaencuentro.com Domingo, 22 de mayo de 2005

 
  Parte 1/3
 
Un son para Juan Pablo Torres
Paquito D'Rivera, Generoso Jiménez y Pucho Escalante recuerdan al 'trombón mayor' de Cuba.
por ARMANDO LóPEZ, Nueva Jersey
 

La tristeza y el son no deben mezclarse. Cuando un sonero se va, suenan tambores. Para hablar de Juan Pablo Torres (1946-2005) —con perdón del jazz—, trombón mayor, sonero de machete y corazón, pongo a sonar su Malagueña con aires de rumba, y su Ají guaguao, cómo pica. Ninguno más fiel al son que este guajiro de Puerto Padre que aprendió a tocar el trombón en una flauta de llaves, de ahí su frescura; mientras su padre hacía sonar la clave, de ahí su cubanía.

J. P. Torres
Juan Pablo Torres (1946-2005).

Pucho Escalante, el fundador del trombón de jazz en Cuba, advierte: "Ya arrastro mis 85 años, pero el ron mantiene claro mis recuerdos… Yo tenía 45 años y Juan Pablo 20 cuando nos conocimos. Un día, porque así estaba escrito, vi en televisión a dos jóvenes, un trombonista y un pianista que acababan de venir de Puerto Padre, Oriente. ¡Tremenda descarga!".

Para Escalante, tocaban con una desenvoltura y una libertad que él no había escuchado antes. Meses después, en abril de 1967, nacía la Orquesta Cubana de Música Moderna bajo la batuta de Armando Romeu, y cada ensayo atraía a jóvenes que querían escuchar la agrupación que reunía la crema de los músicos. Juan Pablo Torres era uno de ellos.

"Se aparecía en los ensayos con su trombón —recuerda Escalante—. Y claro que no le hacíamos el menor caso. Hasta que un día lo reconocí: '¿Tú no eres el que estaba descargando jazz en la televisión?'. 'Sí, era yo, con el pianista Emiliano Salvador'. Y, sin encomendarme a Romeu, le dije: 'Bueno, súbete y toca algo ahí'. Y rompió a tocar, un son jazzeado que nos dejó locos. Linares, el otro primer trombón de la Moderna, me guiñó un ojo de aprobación. Yo miré a mi hermano Luis, el primer trompeta, que hizo gesto de comer frituras de bacalao (le encantaban), y ahí mismo le pregunté a Juan Pablo: '¿Tú quieres tocar con nosotros?' Y metió un sí de contentura que todavía lo estoy escuchando".

Llegó JPT

La adquisición para la Orquesta Cubana de Música Moderna puede calificarse de tremenda. Aquel joven —agrega Pucho Escalante— llegaba con una humildad que contagiaba.

"Me pidió que lo enseñara a improvisar. Decía que estaba verde. Pero fue poco lo que le pude enseñar. Y a Lotario (que así apodábamos a Linares, porque era un negro enorme), le apenaba darle clases en la ENA [Escuela Nacional de Arte]: 'Oye Cabezón (que así me apodaba Lotario), este indio de Puerto Padre toca más que nosotros'".

"Juan Pablo siempre andaba contento, abrazado a su trombón —continúa Escalante—. Amaba tanto su instrumento que en la maldita quincena de Girón, cuando nos obligaban a cortar caña quemada, tiznados, empapados en sudor, y con los dedos tiesos, nos escapábamos al mar cercano, trombones en mano, y después de un chapuzón, nos poníamos a practicar los instrumentos".

1. Inicio
2. Cuando Pucho Escalante...
3. ¡Qué manera...!
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Unas relecturas simpáticas e irreverentes
CARLOS ESPINOSA DOMíNGUEZ, Farmville
En su merecido olvido
PABLO DE CUBA SORIA, Miami
Música de ahora
ARSENIO RODRíGUEZ, Barcelona
La generación del silencio (II)
STéPHANIE PANICHELLI, Bruselas
Polemiza, que algo queda (III)
CARLOS ESPINOSA DOMíNGUEZ, Farmville
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir