Las autoridades cubanas no han concedido el permiso para viajar a Estados Unidos a los 53 artistas del espectáculo Havana Night, pese a que Washington les otorgó el visado, informó el diario El Nuevo Herald.

La compañía estaba contratada para bailar desde el pasado 30 de julio al 6 de septiembre en el Casino Stardust de Las Vegas, pero el gobierno cubano entendió como inoportuna la gestión independiente de los artistas para viajar a EE UU.

Asimismo, ha ordenado la salida inmediata de Cuba a la ciudadana alemana Nicole Durr, productora y directora artística de Havana Night.

"Ella (Durr) deberá abandonar el país el lunes por orden del gobierno", dijo el viernes desde La Habana Ariel Machado, director interino del grupo.

Durr, creadora del espectáculo en 1999 a través de la firma ShowMaxX, viajó en vano la pasada semana a La Habana para intentar convencer a las autoridades de la Isla de que permitieran la salida a 13 músicos, 8 cantantes y 32 bailarines.

"Las autoridades no quisieron cooperar con ella y nos orientaron realizar nuestros trámites de manera individual ante la Dirección de Inmigración y Extranjería", comentó Machado al rotativo.

En reunión con el ministro de Cultura Abel Prieto, éste afirmó que "el viaje no era conveniente en este momento" para los intereses de La Habana.

Los integrantes del espectáculo se dispusieron a tramitar el permiso de salida personalmente, tras recibir los pasaportes que tenían retenidos las autoridades de Cultura, pero según los cálculos la respuesta podría tardar indefinidamente.

El conflicto comenzó cuando el pasado 9 de julio un total de 53 bailarines, músicos y cantantes se presentaron, sin el consentimiento del gobierno cubano, en la Oficina de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, donde tenían una entrevista para la concesión de visas.

A la misma hora de la referida entrevista en la SINA, los integrantes de la compañía fueron citados por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Pero los artistas prefirieron ir a la entrevista para las visas y no asistir al encuentro.

Días después, funcionarios de la UNEAC irrumpieron en el local de ensayo de los artistas, rentado por ShowMaxX, y confiscaron todos los equipos de sonido e instrumentos musicales, incluidos 10 micrófonos inalámbricos, una consola de audio, un sistema de audífonos, amplificadores y otros objetos, cuyo valor se calcula en 150.000 dólares.

Los abogados de ShowMaxX presentaron posteriormente en un tribunal estadounidense una demanda al gobierno cubano por la confiscación de equipos e instrumentos de música.