www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003

 
  Parte 2/2
 
Los Afro-Cubans
Referencias de una agrupación decisiva en el desarrollo de la música cubana en los Estados Unidos.
por JOAQUíN ORDOQUI GARCíA, Madrid
 

En 1937 lo sigue, a sus instancias, su amigo y cuñado Francisco Pérez Gutiérrez, alias Frank Grillo, alias Machito. En cuanto a su nacimiento, los autores citados coinciden en que fue el 3 de diciembre, pero mientras Díaz Ayala opta por 1908, Chediak prefiere 1909. Tampoco el lugar está claro. El primero lo hace nacer en Cayo Hueso; el segundo, en Marianao. Machito tenía un poderoso sonero, pues había sido voz segunda de los sextetos de Miguel Zabala, Occidente, Agabama y Universo. Ya en los Estados Unidos canta en diferentes agrupaciones (tan diferentes como el Conjunto Caney y la orquesta de Xavier Cougat), amén de otras menos conocidas. El 3 de diciembre de 1940 debuta en el Central Park con sus Afro-Cubans, todavía sin Bauzá y sin Graciela Pérez, hermana de Machito, quien pasaría a la fama con una absoluta prescindencia de apellidos. En su caso, por fin, las fechas ofrecidas coinciden en que nació el 23 de agosto de 1915 y Díaz Ayala precisa que lo hizo en Jesús María. Tenía una interesante experiencia profesional, que incluía su participación como cantante en la Orquesta Anacaona (jazz band cubana formada por mujeres), grabaciones y giras internacionales. Fue la última en incorporarse a los Afro-Cubans, ya que viajó a New York en 1943 con ese objetivo.

Las primeras grabaciones realizadas por los Afro-Cubans datan del 27 de junio de 1941, y aunque no he podido precisar el dato, es muy probable que ya por entonces Bauzá fuera su director artístico. Tampoco he podido escuchar esos récords, pero sí los realizados en 1945, ya con la incorporación de Graciela, y que son significativos del sonido del grupo en su época de oro. Se trata, claro está, de una agrupación característica de lo que llamamos las jazz band cubanas, que florecieron tanto en nuestro país y que estaban compuestas por una sección de saxofones, trompetas y piano, además de una sección de percusión cubana que en la banda de Machito incluía pailas, bongó y tumbadora, además de maracas y claves, en manos de los cantantes. Al principio, el sonido era eminentemente cubano, aunque se utilizaban armonías de las jazz band, así como solos instrumentales más largos que los habituales en nuestra música. El repertorio era muy variado e incluía a compositores del teatro musical como Eliseo Grenet, boleristas como René Touzet y creaciones propias de Bauzá o Machito, amén de una larga lista de autores cubanos. Con el tiempo, fueron haciéndose de un lenguaje más jazzístico, como se evidencia en Blen blen blen (Chano Pozo) y, sobre todo, Tanga, de Bauzá (1943), uno de los hitos más importantes de toda la historia del jazz latino —si no el más importante—, en la que desaparece casi del todo la orquesta cubana de música bailable para dar paso a una agrupación jazzística evidente. Hay una grabación de 1951 con un solo estremecedor de Zoot Sims, tenorista norteamericano que está entre las mejores. Ya para entonces, Mario Bauzá había recorrido el camino inverso de Gillespie al integrar plenamente ambas músicas, pero en su caso desde una concepción cubana.

Sin embargo, los Afro-Cubans nunca descartaron su vocación de orquesta bailable y simultaneaban sus incursiones más jazzísticas con guarachas, congas y boleros en los que la figura de Graciela destacaba como una de las grandes cantantes de todos los tiempos, acaso el mejor ejemplo femenino, en su época, de esa capacidad de pasar de la música más sentimental a la más movida con impecable desempeño. Sólo sería superada por La Lupe, ya en los años 60.

Una de las características más interesantes de la música cubana en los Estados Unidos, de la que los Afro-Cubans son un buen ejemplo, fue el uso desenfadado de un lenguaje popular más atrevido que el que se solía emplear en las grabaciones cubanas de la misma época. Mientras las agrupaciones de Cuba solían establecer una diferencia entre lo que decían (y como lo decían) en los bailes populares y las versiones grabadas, sus homólogas en Estados Unidos eran más osadas en los discos. Las razones pueden ser varias, pero parece de sentido común pensar que al encontrarse en un país con otro idioma y contar con un público popular con mayor poder adquisitivo, no tenían que hacer tantas concesiones a los gustos de la clase media, como sí ocurría en la Isla.

Como suele ocurrir con muchas agrupaciones, resulta difícil precisar el final de los Afro-Cubans. Pero el 10 de noviembre de 1975 parece una fecha apropiada, ya que entonces Mario Bauzá y Graciela se separaron de Machito y formaron una orquesta propia.

Frank Grillo murió en Londres, el 16 de abril de 1984, de un infarto cardíaco; Mario Bauzá, el 11 de junio de 1993, víctima del cáncer; Graciela los ha sobrevivido. Sería muy difícil comprender la música cubana contemporánea sin conocer la obra de estos protagonistas.

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