Luego de vencer en los últimos tres certámenes celebrados este año, a saber, Juegos Panamericanos, Mundial y Preolímpico, hay quienes comienzan a promover la teoría de que el béisbol cubano se encuentra en un sitio indeterminado entre Grandes Ligas y Triple A.

Éxitos de Cuba en el béisbol aficionado: ¿Hazaña o pura lógica?

De seguro los que lanzan estas aseveraciones todavía están ensopados del aguacero de emociones que dejaron los recientes éxitos de quien ha sido, después de 1970, el histórico y principal protagonista de los torneos organizados por la International Baseball Federation (IBAF). Pero deshojemos la margarita pétalo a pétalo.

Primero, no existe ningún nivel intermedio entre Triple A y Grandes Ligas. Solo hay Ligas Mayores (Nacional y Americana) y Ligas Menores (con sus correspondientes clasificaciones AAA, AA, A, etc.). El resto es simple fantasía heroica de la propaganda castrista.

Segundo, de un color es el tono cualitativo de la escuadra olímpica cubana y de otro bien distinto su Liga de invierno (Serie Nacional de Béisbol Aficionado, de acuerdo con la denominación oficial).

Tercero, Cuba aún no se ha enfrentado a una verdadera selección de estrellas "ligamayoristas" de ninguna de las potencias de este deporte, algo que sí ha sucedido en sentido contrario: los demás han encarado al Dream Team cubano todo el tiempo.

En cuanto al primer punto, hay una sola respuesta. La calidad del hoy equipo nacional de Cuba es de clasificación AAA, con ciertas figuras talentosas para trabajar en la Gran Carpa. Pero hasta ahí los fuegos artificiales.

En los últimos tiempos, luego de la entrada de profesionales en los concursos de la IBAF, la selección nacional se ha enfrentado sistemáticamente a formaciones combinadas de jugadores de Ligas Menores y descartes del Big Show. Por supuesto que la cohesión entre los peloteros, la labor de equipo y el compromiso político han fortalecido más, en un sentido positivo, a la novena cubana que a sus contrarios.

No obstante, a los directivos de La Habana les gusta sonar campanas. Como quiera que el caudal informativo de la mayoría de la población es limitado, les hacen creer que la victoria parece real y ellos la celebran como si lo fuera, cuando en verdad no es hazaña, sino pura lógica lo que sucede.

De otra parte, al hablar del nivel cualitativo, ellos dicen "béisbol cubano", en vez de equipo nacional cubano, que sería la especificación correcta. La Serie Nacional tiene demasiados lados flacos en su andamiaje para llegar a ser una institución del más alto grado competitivo.