www.cubaencuentro.com Jueves, 18 de septiembre de 2003

 
   
 
Un balsero en la gran carpa
El pelotero cubano Álex Sánchez se ha convertido en uno de los máximos estafadores de bases en las Grandes Ligas.
por ALBERTO ÁGUILA, Miami
 

El jardinero central cubano Alex Sánchez, transferido dos meses atrás del Milwaukee al Detroit, está realizando una meritoria labor como estafador de bases. Aparece situado en el octavo lugar entre todos los jugadores, a pesar de que no le cuentan los numeritos correspondientes a la Liga Nacional, donde militó durante los primeros 45 juegos de la temporada.

Detroit 19
Álex Sánchez, 19 años. Salió de Cuba en agosto de 1994 durante crisis de los balseros.

Disgustado con el alto mando de los Cerveceros por su envío a la banca, fue canjeado a los Tigres, y su entrada al nuevo conjunto le ha devuelto lo bríos que mostró en el 2002, donde robó 38 veces y discutió con Luis Castillo la supremacía, hasta que se lesionó en el tramo final de la contienda. Entre 1996 y 2001, Alex se convirtió en un azote para receptores y lanzadores de las Ligas Menores y su desempeño en ese sentido le llevó directamente a Grandes Ligas.

En la actualidad, es uno de los corredores más peligrosos de la gran carpa y así lo muestran sus estadísticas. En 61 partidos con el joven circuito —los demás peloteros tienen 100 aproximadamente— acumula 26 hurtos, cercano al líder Carl Crawford, del Tampa Bay, que tiene 34. Para que se tenga una idea de la actuación del habanero, baste señalar que su promedio de robos por "embasamientos" (llegadas a primera base por hits y transferencias) es uno de los cuatro mejores, superado exclusivamente por Dave Robert, de Los Ángeles, y Juan Pierre, de los Marlins.

El primero se ha embasado 91 veces, 64 de ellas por "incogibles" y 27 por boletos. Ha robado 28 veces, lo que le proporciona un promedio de una estafa por cada 3,25 oportunidades en que alcanza la inicial. Pierre, que ha ganado el primer cojín en 186 momentos, ha logrado sustraer 55 veces, para una media de 3,38.

Sánchez ha llegado 82 veces a la inicial y ha robado en 26 oportunidades, para una excelente puntuación de 3,9. El tampeño Crawford —ya señalado como puntero de la Liga Americana— también tiene 3,9, pero Edgar Rentería, quien sigue en orden entre los primeros, alcanza la segunda almohada una por cada siete veces que se "embasa"; Alfonso Soriano, una de cinco oportunidades, y el japonés Ichiro Susuki consigue un hurto de cada 6,7.

Alex —el único balsero que ha escalado Grandes Ligas— tiene un gran futuro si se tiene en cuenta que lleva muy poco tiempo en el béisbol élite. El capitalino, que nunca jugó en las contiendas cubanas, debe mejorar su bateo, y sobre todo, los toques de bola sorpresivos en la búsqueda de su punto de despegue para cometer "fechorías".

En la historia de la pelota cubana, Bert Campaneris aparece como la gran figura de todos los tiempos con sus 649 bases robadas en Grandes Ligas y siete lideratos. Detrás, está Orestes Miñoso, que alcanzó tres títulos. En las Series Nacionales de la Isla, la mención de honor recae en Antonio Jiménez, seguido de Enrique Díaz y Víctor Mesa.

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