Los peloteros cubanos que residen en el exterior y que militan en Ligas Menores no rindieron lo suficiente en la temporada de 2004, por lo que tendrán que prepararse convenientemente en los meses venideros, si es que aspiran a integrar las nóminas de los 30 equipos que conforman las Grandes Ligas.

Pitcher Vladimir Núñez.

Vladimir Núñez, con experiencia en el Big Show como pitcher abridor y relevista, tuvo una campaña funesta con el conjunto Colorado Spring, de Triple A, al terminar con 2 éxitos y 5 derrotas y promedio de 5,68. El espigado tirador que lanzara en la Isla para la novena de Provincia Habana, trabajó en 63,1 innings, donde le pegaron 76 hits. A principios de campaña tuvo una breve actuación en la Gran Carpa con los Rockies de Colorado.

Adrián Duquesito Hernández, que a finales de los años noventa fuera abridor con el quipo Industriales, jugó para el Indianápolis Indians, novena de Triple A que pertenece a los cerveceros de Milwaukee, con un balance pésimo de 8 reveses sin victorias, efectividad de 5,72, y 111 imparables tolerados en 94 episodios.

El pinero Ariel Prieto, otro ex Grandes Ligas, tuvo poca actuación con uno ganado y otro perdido en el Toledo, un conjunto de los Tigres de Detroit de la misma clasificación. Asimismo, Michael Tejera, el zurdo capitalino, estuvo con el Alburquerque, Triple A de los Marlins de Florida, y mostró un buen balance de 8 triunfos, 4 descalabros y 3,97 de carreras limpias. En 113 entradas de actuación le pegaron 109 indiscutibles con 88 ponchados, pero casi no intervino en la novena de los Peces, que contaron con otros tiradores zurdos.

El cubanoamericano Juan Álvarez, otro monticulista zurdo, fue compañero de Tejera en el mismo equipo como relevista. Tuvo balance de 2 y 3 con 5,87 de promedio, y 75 indiscutibles recibidos en 53 capítulos.

Hansel Izquierdo, que lanzó en 2002 con los Marlins, obtuvo 1 y 1, en la misma novena que estuvo Prieto, con actuación de sólo 19 innings y 4,26 de average.

Por su parte, Jorge Luis Toca, aquel excelente bateador y primera base de Villa Clara, fue otro que no mostró sus excelentes dotes ofensivas. Con el Toledo —colectivo ya mencionado— conectó para 254, producto de 16 imparables en 63 veces, con un jonrón y 6 impulsadas.

En tanto, Mitchel Hernández, que militó el año anterior en los Yankees por poco tiempo, jugó como receptor para el Scranton, perteneciente al Filadelfia, y en 77 juegos compiló un discreto 255 con 59 indiscutibles en 231 turnos.