Después de conectar 30 jonrones y de impulsar 100 carreras o más durante nueve años seguidos, el cubano Rafael Palmeiro se quedó por debajo en ambas cifras durante la temporada recién terminada.
Esos numeritos tan difíciles de igualar, Palmeiro los comparte exclusivamente con ese coloso de la estaca que es el dominicano Sammy Sosa, quien este año tampoco revalidó el centenar de carreras llevadas al plato.
El gran Babe Ruth se quedó en ocho campañas, Hank Aaron, el rey de los cuadrangulares, nunca se acercó, y Barry Bonds, el bateador de moda, tampoco lo ha logrado. Muchos se preguntan qué le ocurrió al hombre que —para gloria de Cuba— compila ahora 551 estacazos de vuelta entera. Pero eso es difícil de saber. Puede ser que haya comenzado su declinar, lógico para un jugador que ya tiene 40 años de edad y 19 de ellos en el Big Show.
Quizás se deba a que en las dos anteriores lides con el Texas, su desempeño fue generalmente como bateador designado y ello le permitía tener conservadas más energías. Con el Baltimore tuvo que jugar al campo diariamente en la defensa del primer cojín. También hay otra excusa en lo que a carreras remolcadas se refiere y es que Miguel Tejada, el cuarto hombre en la alineación de los Orioles y quien siempre bateó delante de Palmeiro, fue líder impulsador de la Liga Americana y dejó poco para el cubano.
Sin embargo, los 22 palos de 4 bases y las 88 carreras que logró este año le sirvieron para aumentar sus promedios de por vida, que le llevarán sin objeciones al Salón de la Fama. Tan importantes han sido sus datos ofensivos, que en la actualidad Palmeiro es el bateador latinoamericano con mejores resultados de todos los tiempos, título que honrosamente le perteneció por 30 años a Roberto Clemente, el carismático jugador boricua.
Seguramente que en años venideros, otros peloteros de clase extra, como Sammy Sosa, Manny Ramírez o Albert Pujols, acumularán números que le disputen el liderazgo al bambino cubano, pero hoy por hoy nadie se acerca a la actuación de Palmeiro.
Clemente dejó para la historia 3.000 hits y Tany Pérez, otro bateador latino de datos impresionantes, se quedó en 2.732, pero Raffy —como le dicen en Norteamérica— anda por los 2.922 y nadie duda que en 2005 sobrepase esa cifra. En jonrones, el cubano tiene 551, Clemente terminó con 240 y Pérez con 379. Mientras que en impulsadas Palmeiro compila 1.775, Clemente 1.305 y Pérez 1.652.
Otras estadísticas corroboran lo expresado con antelación, como son las bases por bolas recibidas, total de bases recorridas, carreras anotadas y juegos en que ha participado, donde el ahora inicialista del Baltimore encabeza todos esos departamentos. En 2005, Palmeiro jugará su vigésima temporada, la cual podría ser el colofón de su prodigiosa carrera en los diamantes beisboleros. |
