El pinareño Omar Linares se retiró del béisbol profesional japonés después de permanecer por tres años en el equipo Dragones de Chunichi, novena en que no jugó como regular, a causa de su imposibilidad para descifrar el fuerte pitcheo de la Liga Nipona.

Omar Linares.

Acostumbrado a batear con el bate de aluminio —implemento con que destrozó a los lanzadores amateurs cubanos y también de otros países—, cuando enfrentó a los tiradores rentados de un nivel superior, su average quedó reducido a sólo 174 en su primer torneo, muy distante del 368 que logró en su exitosa carrera de 20 series nacionales.

El contrato concluyó hace pocos días y según la edición del 28 de octubre de The Japan Times, el alto mando de los ahora subcampeones japoneses "no tenía claro si lo contratarían de nuevo para una cuarta temporada" debido a su pobre rendimiento trianual. Allí no tuvo una posición fija dentro del cuadro y menos en tercera base —su lugar de siempre—, debido a que ese puesto es ocupado por Kasuyoshi Tatsunami, un longevo pelotero, diestro con el madero y eficiente con el guante, al extremo que fue seleccionado como el mejor antesalista de la contienda.

Recuerdo que en julio de 2002, Tetsuo Ishiguru, portavoz del seleccionado asiático, anunció que el destacado pelotero cubano había sido firmado para iniciar su carrera como pelotero profesional. La noticia fue una enorme sorpresa para el mundo beisbolero, pues el gobierno de Cuba había prohibido en 1961 la intervención de los jugadores de la Isla en el béisbol asalariado, y todos los que se marcharon por su cuenta en búsqueda de mejoras económicas fueron y han sido calificados de traidores por Fidel Castro.

El Niño Linares, apodado así por su incorporación a las Series Nacionales con sólo 15 años de edad, brilló por todo lo alto y muchos le catalogan como el mejor pelotero cubano de los últimos 40 años. Entre 1990 y 1994 rechazó varios contratos del béisbol norteamericano y canadiense, que llegaron hasta una cifra de 40 millones, según afirmó en numerosas entrevistas.

"Es lamentable que el profesionalismo esté en cualquier competición y a estas alturas lo considero inevitable", así respondió a las periodistas vueltabajeras Iliana García y Maritza Pardillo en 2000. "A mi me han ofrecido 20, 25, 30 y hasta 40 millones de dólares, pero no tengo idea ni me interesan esas ofertas. Soy fiel a mi país y a mi pueblo", expresó más adelante a las citadas reporteras.

Sin embargo, poco meses después olvidó todo lo dicho, reconsideró sus criterios y aceptó las condiciones propuestas por el dueño del Chunichi y las autoridades cubanas. Al respecto, la prensa oficial señaló: "La excepcionalidad de esa autorización, se debe a que la mayor parte del dinero que recibirá Linares, será para acondicionar instalaciones deportivas en mal estado…".

El valor de las cifras

De acuerdo con datos de la Federación Japonesa de Béisbol, en 2002 el pago a Linares sumó un total de 192.000 dólares, 440.000 al año siguiente y 600.000 en la recién terminada contienda, que es la paga menor del conjunto en este año. De ese dinero, el gobierno cubano entregó al pinareño aproximadamente unos 4.000 dólares mensuales, una cifra "para mendigos" en el béisbol actual.

Para que se tenga una idea de lo que cobró Linares, los Dragones le pagaron al también cubano Alex Ochoa, nacido en Miami Lakes (Florida), 4 millones 800 mil dólares, por las dos últimas campañas. Además, a manera de comparación y para tener una idea de los altos honorarios que se obtienen en la pelota profesional, el también pinareño José Ariel Contreras recibe cada año 8 millones, y el vueltabajero Alaín Soler, un pitcher desconocido, aceptó un contrato de 3 millones de dólares por su firma con los Mets de Nueva York.

A partir de ahora, Omar Linares, que en definitiva es un joven de 37 años de edad, tendrá tiempo de sobra para meditar y valorar todo lo que hizo o dejó de hacer, pero sobre todo para recorrer las instalaciones deportivas que supuestamente "serían remozadas" con el dinero recibido por su pintoresco convenio. Poco, pero dinero ganado en su desafortunada incursión en la pelota profesional.

De Linares siempre se dijo que podría haber triunfado ampliamente en eventos rentados, pero eso pertenece al campo de las especulaciones. No obstante, un elemento para demostrarlo podría ser la comparación entre sus datos ofensivos en los dos últimos años en Japón, y los de Ochoa, su compañero de equipo.

	J. J	VB	H	HR	IMP	K	AVE
O. Linares	116	349	86	11	64	113	228
A. Ochoa	275	1.069	302	42	154	174	294

JJ: Juegos jugados. VB: Veces al bate. H: hits. HR: jonrores. IMP: impulsadas. K: ponches recibidos. AVE: promedio en bateo.