"La creación de una sociedad civil dentro de Cuba es algo que aplaudo y creo que va a tener impacto en la transición que ya se avecina", agregó el funcionario, marcando un distanciamiento del radical Consejo Cubano por la Libertad (CCL) —formado con disidentes de la FNCA— al que hasta entonces estaba muy cercano.

Sin embargo, sus palabras no lograron convencer a detractores como los congresistas cubano-americanos Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln y Mario Díaz-Balart, quienes sostuvieron una reunión privada con Payá. La tríada de legisladores republicanos de Miami puso reparos a la viabilidad de la iniciativa más que a sus objetivos.

"Él [Payá] quiere respeto para los derechos humanos, libertad y democracia", opinó Ros-Lehtinen al término del encuentro. "Yo creo que vamos por diferentes caminos. No creo que el Proyecto Varela sea una forma de obtener un cambio real y esencial".

Lincoln Díaz-Balart señaló que no lo apoyaba porque "si el régimen va a aceptar la propuesta y acceder a la elección en el Estado unipartidista, eso sería percibido por el mundo como una apertura política".

Durante la visita de Payá, unos 30 opositores al Proyecto Varela se reunieron en las afueras del restaurante Versailles, punto frecuente de reunión de los cubanos de Miami, algunos de ellos acusando al líder disidente de ser un agente de Castro.

Otros abiertos detractores fueron comentaristas de emisoras de radio de "línea dura" como Radio Mambí (WAQI-710 AM), un columnista del Diario de las Américas y la comentarista Ninoska Pérez Castellón, miembro de la junta directiva del CCL.

"Cómo se puede considerar en un proyecto, que ese señor [Payá] tenga derecho a participar en esa asamblea, y un exiliado sea marginado porque esta fuera del país, cuando probablemente ese exiliado ha sido la víctima de este señor [Fidel Castro]", dijo la comentarista en su programa Ninoska a la Una, que se tramite por WQBA-1140 AM

"No puede ser que un señor miembro del Ministerio del Interior, con toda la culpabilidad que tiene ese organismo, tenga más derecho [a participar en el referendo] que uno que fue víctima de lo que han hecho esos señores, que va desde crímenes y asesinatos hasta abuso psiquiátrico dentro de una prisión", agregó.

En su página en Internet el CCL publicó una declaración, suscrita además por otras 13 organizaciones de Miami que no apoyan al Proyecto Varela, porque "no representa un instrumento viable para lograr la democracia en Cuba", y precisa que es "preocupante", porque "reconocería como una legítima forma de gobierno el sistema de un solo partido".

Sin embargo, el propio texto de la iniciativa indica que se sometería a referendo el derecho de libre asociación "de manera que [los cubanos] puedan constituir legalmente (...) organizaciones políticas". Además, llama a elecciones generales entre los 270 y 365 días posteriores al referendo.

Teorías conspirativas

En Radio Mambí, los comentaristas fueron mucho más lejos.

"Hay grupos que odian al exilio tradicional porque lo consideran muy radical, muy conservador, que no tenían bandera, han encontrado una bandera en Payá y la están izando contra otros, contra nosotros", apuntó el veterano periodista Agustín Tamargo.

"Nada de esto se produce por casualidad", le respondió Armando Pérez Roura, director de la emisora. "Ese programa [El Proyecto Varela] tiene su fundamento y él no va a decir la verdad en que se basa eso que él está diciendo, (...) y está sirviendo a Fidel Castro, aunque no lo sepa, y si no lo sabe es un ignorante, y un ignorante no debe ponerse en esa posición ni le dan un premio. Ignorante no es, entonces es lo otro", dijo.