www.cubaencuentro.com Miércoles, 22 de octubre de 2003

 
  Parte 1/2
 
Barcelona: Las dos alas
Búsquedas habaneras en la Ciudad Condal: el famoso murciélago de la firma Bacardí también ha dejado su estampa en la arquitectura barcelonesa.
por MANUEL PEREIRA
 

Hace veinticinco años el pintor cubano Wifredo Lam me contaba que toda su obra se originó en la estilización morfológica del murciélago, pues en las noches de su infancia veía un quiróptero colgando cabeza abajo del techo de su casa, encima de su cama.

De pequeño, yo también veía por las noches un murciélago desde la azotea de mi casa, allá en la Habana Vieja. Gigantesco, vidrioso, iluminado por un globo de cristal ambarino en el que se posaba, aquel dragón volador desplegaba sus alas recortándose contra la noche habanera.

Bacardi

Aquella visión surrealista —digna del castillo de Drácula— estaba posada en la atalaya de un edificio Art Deco, que yo de niño confundía con la Baticueva, no sólo por la presencia del murciélago, sino también porque en los herrajes de cada una de las puertas y ventanas de aquella misteriosa mansión aparecía forjada la letra "B", la inicial de Batman.

Con el tiempo supe que era el edificio del ron Bacardí con su murciélago emblemático. El globo amarillo se apagó poco tiempo después de triunfar la revolución. El edificio está situado en la calle Monserrate, nombre de resonancia catalana por el macizo montañoso llamado Montserrat, que se alza en la provincia de Barcelona, llamado así, "monte serrado", por el peculiar tallado de sus conglomerados.

Durante muchos años creí que La Habana era la única ciudad del mundo que tenía un edificio público coronado por un murciélago. Incluso llegué a pensar que se trataba de un símbolo aéreo eminentemente cubano vinculado al huracán, probablemente de origen precolombino.

Pero en Barcelona todas mis teorías se vieron felizmente superadas por la realidad. Andaba yo, como de costumbre, buscando aquí el fantasma de mi ciudad perdida, cuando de pronto desemboqué en la Plaza Real, cuyas palmeras, farolas, soportales y columnas parecen recrear la postal turística de La Habana de principios de siglo. No sé por qué, pero siempre que paso por allí recuerdo en particular toda esa zona de los "paragüitas", frente al Capitolio, que discurre desde el Cine Payret hasta la Fuente de la India.

1. Inicio
2. Me detuve frente al hostal...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
La Habana: Libres entre barrotes
LUIS CINO
La Habana: ¿Dónde está el bloqueo?
IVáN GARCíA
Barcelona: A la carta
MANUEL PEREIRA
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir