www.cubaencuentro.com Jueves, 29 de enero de 2004

 
   
 
Canarias: Periodismo y cárcel
El periodista Alí Lmrabet y otros comunicadores marroquíes son indultados de sus condenas. Raúl Rivero y otros 74 cubanos se pudren en las prisiones de la Isla por el delito de opinar.
por MANUEL DíAZ MARTíNEZ
 

Hay países donde la relación entre periodismo y cárcel es estrecha. Hay otros en los que es muy estrecha, diríase entrañable. Marruecos está entre los primeros. Cuba, entre los segundos.

Lmrabet
Periodista Lmrabet: "No se olviden de Raúl Rivero".

Mientras el rey Mohamed VI echa a volar una paloma, quizás blanca, indultando a Alí Lmrabet y otros periodistas marroquíes encarcelados por sostener opiniones ingratas para él, los periodistas cubanos que por sus opiniones ingratas a Castro se pudren en las prisiones de la Isla denuncian, desde sus inmundos calabozos y arriesgándose a más castigos, las crueldades que reciben de sus carceleros. Crueldades (comida nauseabunda, abandono sanitario, palizas, etcétera) que estos genízaros de porra inquieta e insulto fácil no se atreverían a propinarles si no estuviesen incluidas, como plus fuera de carta, en el menú de la condena.

Al abandonar Salé, la cárcel próxima a Rabat donde purgaba sus irreverencias antialauitas, Lmrabet, que envió una misiva solidaria de celda a celda a Raúl Rivero, pidió a los reporteros que lo rodeaban que no olvidasen a este poeta y periodista rebelde que sigue tras las rejas del castrismo por describir lo que está pasando en su tierra.

Lmrabet sabe que no olvidar a Rivero es recordar que Cuba, como ha denunciado Reporteros Sin Fronteras, es la mayor cárcel de periodistas que existe ahora mismo. Y "el país del mundo con mayor número de prisioneros de conciencia", como afirma Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Según los últimos datos divulgados por esta organización, hay 316 presos políticos en los 200 penales y campos de prisioneros diseminados por la Isla.

En los momentos en que la prensa española y del resto de Europa dedicaba cintillos y comentarios a la fausta excarcelación de Lmrabet, y éste prometía sacar en su país un nuevo periódico si las autoridades marroquíes no le devuelven los que le quitaron, desde La Habana saltaba la noticia de que el prisionero de conciencia Víctor Rolando Arroyo, uno de los 26 periodistas encarcelados con Raúl Rivero y otros 49 disidentes en abril último, fue golpeado salvajemente por tres carceleros, el 31 de diciembre, en la prisión provincial de Guantánamo.

La denuncia fue hecha por Elsa González Padrón, esposa de Arroyo. No es la única noticia de este tipo que la prensa clandestina cubana, y casi sólo ésta, ha difundido en los últimos meses. El catálogo de abusos denunciados por los presos políticos y sus parientes es amplio y sobrecogedor: largos períodos de detención en mazmorras tapiadas o soterradas, limitación o negación de asistencia médica, suspensión de visitas familiares, convivencia obligada con delincuentes comunes peligrosos y, por supuesto, pateaduras y vejámenes de todo tipo.

Los periodistas y opositores cubanos presos, condenados a penas tan largas que para los más viejos y enfermos podrían ser cadenas perpetuas, no ven en el horizonte ni la más tenue sombra de indulto. Pero si ahora mismo fuesen indultados, no podrían fundar en su país, como piensa Alí Lmrabet hacer en el suyo, un periódico independiente. Ni para loar a Castro.

EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
La Habana: Ciudad sobre huecos
TANIA DíAZ CASTRO
Barcelona: Dos barrios chinos
MANUEL PEREIRA
La Habana: Obstáculos hacia adentro
JAIRO RíOS
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir