Libertades, derechos y deberes

—Se le prestará especial atención a proteger y aplicar el derecho a la jubilación, especialmente para toda persona que haya desempeñado durante más de 40 años cargos de alta responsabilidad (se entiende por cargos de alta responsabilidad aquellos que cuentan con más de 10 millones de subordinados). Nunca se insistirá lo bastante en que las personas que durante más de cuatro décadas se han visto esclavizadas a ejercer cargos de tanta importancia, deben ser urgidas por todos los medios posibles a disfrutar tranquilamente de un merecido descanso en cualquier lugar situado al menos a tres galaxias de distancia.

—Teniendo en cuenta que todo cubano menor de 200 años debe pedir permiso para salir y entrar en el territorio nacional, demandamos que la mayoría de edad se rebaje a los 18 o 21 años, de manera que podamos entrar y salir de nuestro país sin tener que pedir permiso.

—Junto a la libertad de culto reconocida por la Constitución (siempre que se ejerza con la discreción con que se lleva una enfermedad venérea) debe ser reconocida la libertad de no-culto que permita, al que lo desee, no tener que rendir culto al Comandante en Jefe ni considerar como animales sagrados a las vacas y los secretarios del Partido.

—Todos los ciudadanos cubanos deberán cumplir con el deber de escuchar la respuesta cuando se ha hecho una pregunta.

—Se garantizará a cada ciudadano el derecho a no saber de todo lo que se le pregunta. La Constitución debería garantizar el derecho a decir "no sé" sin que ello represente una merma en nuestra dignidad personal ni de cualquier otro derecho.

—Se promoverá el acercamiento y estrechamiento de los lazos entre la realidad cubana y lo de que ella dicen los medios de difusión masiva en la Isla.

—Se respetará el derecho a desconfiar profundamente de todo el que atribuya a Martí ideas propias tales como asaltar un cuartel o un banco.

—Los ciudadanos se verán liberados de la obligación de que todo lo que hagan sea lo mejor del mundo. Por ejemplo, si se construye un edificio en cualquier ciudad del interior no se pretenderá que sea inevitablemente el edificio de provincias más alto de América Latina. Sería suficiente tratar de que no tenga goteras y de que los elevadores funcionen correctamente.

—Se protegerá el derecho de las vacas a producir carne y leche y no sólo titulares del periódico. Eso valdrá también para otras especies.

Reforma lingüística

—Un grupo de personas no se convertirá automáticamente en "grupúsculo" sólo porque sus opiniones disientan de las del Gobierno (ver también "gusano", "escoria", "agente de la CIA" y "neoanexionista"). Sería incluso aconsejable que dichas personas no se convirtieran automáticamente en "detenidos".

—El término "revolucionario" pasará a ser sustituido por el más apropiado de "obediente".

—Se revisará la aplicación del verbo "enriquecer" y sus derivados. En la actualidad el "enriquecimiento", por ejemplo, siempre es ilícito, a menos que se trate del picadillo o del enriquecimiento de la clase dirigente, que en ese caso se suele llamar "política de cuadros" o "plan de estímulos".

—Buscar una palabra más adecuada para el proceso al que en la Isla llaman "elecciones". "Elegir" significa "preferir una persona o cosa a otra u otras para un fin". Se hace urgente encontrar una palabra que defina el "proceso en que la selección de personas de acuerdo a la voluntad del Comandante se convierte en estadística".