Marzo

- Mientras el gobierno norteamericano se prepara para lanzar sus arteros ataques contra Irak, el Comandante decide sorprender al enemigo (me refiero a Estados Unidos) atacándolo por la retaguardia: detiene a decenas de periodistas, disidentes y activistas por los derechos humanos. Con esta acción, Cuba se sitúa de inmediato a la cabeza del cuadro de medallas de los Juegos Olímpicos de la Represión.

- La delegación de Corea del Norte a los Juegos Olímpicos de la Represión protesta airadamente ante lo que considera un caso claro de competencia desleal: al no contar con disidentes que reprimir se siente excluida de esta modalidad de la competencia. Los otros miembros discuten la expulsión de Corea del Norte pero, más tarde, deciden enviar a Corea del Norte algunos de sus disidentes para que puedan reprimirlos. No obstante, le advierten que trate de conservarlos vivos por un tiempo porque si los mata de inmediato será imposible enviarles más. El querido dirigente coreano Kim Jong Il comenta: "Ya entiendo. Eso quiere decir que no podemos matarlos en el aeropuerto".

Abril

- Cae Bagdad en manos norteamericanas, aunque se sigue peleando contra el invasor al norte de la capital iraquí y, con bastante más intensidad, en la sección internacional del periódico Granma.

10:30 a.m. Comienzan los juicios contra los disidentes detenidos bajo acusaciones de llamar por teléfono, navegar por Internet, salir a la calle y ver lo que pasa, escribir artículos sobre lo que ven y, la más infamante de todas, cobrar por lo que escriben, entre otros actos delictivos que ponen en peligro la estabilidad del país. Como prueba de la inexcusable culpabilidad de los acusados se presentan evidencias materiales como teléfonos, equipos de fax, computadoras y la puerta de la calle, por la que estos individuos salían a traficar con la realidad cubana que, como todos deben saber, es un secreto de Estado. La fiscalía también presenta como evidencias equipos de aire acondicionado y sillas plásticas, objetos de vital importancia en la labor enemiga de los acusados, sin que se haya podido determinarse exactamente cómo.

11:30 a.m. Concluyen los juicios contra los agentes del enemigo con la decisión de enviarlos a programas de reeducación: pasarán en la cárcel entre 18 y 28 años, justo el tiempo necesario para que olviden completamente cómo se usa una computadora, un teléfono o el procedimiento que permite pasar las páginas de un libro.

12:00 a.m. Se da a conocer que un factor determinante en el juicio a los disidentes fueron las declaraciones de agentes de la Seguridad del Estado cubana que se hacían pasar por periodistas independientes y, desde esa posición, criticaban al gobierno (para así engañar mejor al enemigo).

- El grupo de egresados de preuniversitario que este año habían obtenido la carrera de periodismo pide unánimemente ingresar a su vez en la Seguridad del Estado para poder ejercer su vocación de periodistas al final de la carrera.

- En todo el mundo se escuchan voces de condena contra las detenciones a los disidentes y el fusilamiento de tres jóvenes que trataron de escapar de la Isla secuestrando una lancha.

- Las más importantes figuras de la intelectualidad cubana en la Isla firman una carta en la que les explican a los que han condenado los últimos acontecimientos en Cuba, que se trataba de medidas indispensables para frustrar un macabro plan del imperialismo norteamericano para socavar la plataforma insular de Cuba y hundir la Isla utilizando aire acondicionado, sillas plásticas y la lanchita de Regla (eso sin contar con la influencia que traerán estas drásticas medidas en el fortalecimiento de la posición de Cuba a la cabeza de los Juegos Olímpicos de la Represión). La recogida de firmas la efectúa un oficial de inmigración cubana, justo antes de entregarles su pasaporte a las destacadas figuras de las artes.