Fidel Castro ha perdido a un gran amigo y aliado. La captura en Irak de Sadam Husein, en forma tan ominosa, debe haber dejado un sabor amargo en la boca de los dirigentes cubanos, que ya habían pronosticado que los norteamericanos tendrían que enfrentar un nuevo Vietnam.

Sadam derrotado. Una imagen proscrita en Cuba.

El ex dictador iraquí será sometido a juicio y ya la Liga Árabe moviliza abogados de todo el mundo para su defensa. Debe ser juzgado públicamente y con todas las garantías, oportunidad que nunca tuvieron sus opositores.

El pasado 25 de noviembre, el diario oficialista Granma publicó un artículo firmado por Raúl Valdés Vivó. No se trata de un escribidor cualquiera. Valdés Vivó es miembro del Comité Central del Partido Comunista y fue embajador durante varios años en Vietnam.

La conclusión del artículo es rotunda, tal y como nos tiene acostumbrados el diario cubano: "Sí, Irak amenaza seriamente en convertirse en otro Vietnam".

Sin embargo, días después, el periódico cubano trató de envolver la noticia de la captura de Husein junto a otros episodios de "las acciones de la resistencia". Aparecía en un segundo plano, como un hecho de poca importancia.

Cuando el régimen iraquí invadió Kuwait, aunque Cuba votó favorablemente la primera moción de condena en el Consejo de Seguridad, del cual era miembro en la época, todas las otras propuestas para expulsar a los invasores fueron sistemáticamente rechazadas por el gobierno de La Habana, acompañado por el voto de Yemen. Prueba de la fidelidad al amigo de Bagdad.

El gobierno cubano mantuvo hasta el último minuto su apoyo al régimen de Husein. Incluso, en Bagdad se encontraba una brigada de médicos y trabajadores de la salud.

El 15 de diciembre fue anunciado públicamente que el ex dictador (bautizado como "El León de Bagdad") había caído en manos del ejército norteamericano. Significativamente, tres días después, Granma informó que habían sido condecorados todos los cubanos que estuvieron en Irak y el embajador cubano, Ernesto Gómez Abascal, destacó que la misión diplomática "permaneció abierta y prestando servicios en medio de la situación de guerra y la invasión a que fue sometida la nación árabe, como solidaridad con el pueblo iraquí y como expresión de protesta contra la invasión".

El diario no explicó los motivos por los cuales se haya demorado tanto la ceremonia de condecoración. Quizás tenían que esperar por la asamblea anual de balance del Ministerio de Relaciones Exteriores. ¿O sería una nueva prueba de amistad hacia el régimen iraquí, afectado por la captura de su líder?

De cualquier manera, los destacados titulares que cada día Granma dedica a la muerte de norteamericanos y a las acciones de la "resistencia" representan una manifestación clara de apoyo al régimen de Sadam. En el estilo de ese diario, no son necesarios los editoriales, basta con observar los lugares que ocupan las noticias.

Ya el nombre de Sadam fue retirado de la lista de los descendientes de Mahoma, indicó el mismo día de la condecoración en La Habana el jefe de la Asociación de los Achraf ("nobles"), encargados de velar por el árbol genealógico de la descendencia del profeta.