El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dijo el miércoles estar profundamente preocupado por la creciente violencia en Haití, pero dejó la búsqueda de una solución a la crisis en manos de los grupos regionales.

En un comunicado el embajador chino Wang Guangya, presidente del Consejo durante el mes de febrero, instó al presidente haitiano, Jean-Bertrand Aristide, y a los grupos opositores a "restaurar la confianza y el diálogo y a superar sus diferencias pacífica y democráticamente a través de medios constitucionales", informó la CNN.

"Lo que los miembros del Consejo acordaron es dejar a las organizaciones regionales, al CARICOM (Comunidad del Caribe) y la OEA (Organización de los Estados Americanos), jugar el papel protagónico. Pero, por supuesto, si la situación se deteriora, entonces los miembros del Consejo pueden ver lo que el Consejo puede hacer", dijo Wang a la prensa en la nota emitida tras una reunión a puertas cerradas.

Haití tiene una larga historia de golpes de Estado, inestabilidad política y violencia, y la ONU se ha involucrado en varios episodios, aunque no siempre con resultados.

En marzo de 1995 la ONU envió una misión de paz al país, pero la canceló en febrero de 2001 alegando que no tenía suficientes fondos y no podía funcionar adecuadamente en un ambiente de constante inestabilidad política.

La misión fue enviada después de que una invasión encabezada por Estados Unidos restaurara a Aristide en el poder en 1994. Aristide, el primer presidente elegido democráticamente en Haití, había sido derrocado en 1991 por un golpe militar.

La actual revuelta que vive el país más pobre de América Latina ha dejado casi 60 muertos, y es la continuación de meses de manifestaciones antigubernamentales y años de tensiones políticas desde las controvertidas elecciones parlamentarias de 2000. Aristide está a la mitad de un mandato y dice que seguirá en el poder hasta que se cumpla su periodo, en 2006.

Aristide rechaza convocar a elecciones anticipadas

El miércoles, un alto funcionario estadounidense citado por la AP dijo que Aristide rechazó sugerencias de Washington para que convoque a elecciones anticipadas como una forma de disminuir la creciente crisis política del país.

Las autoridades estadounidenses temen que la actual crisis pudiera empeorar si Aristide es forzado a huir. Una opción que se debate internamente es una transferencia de poder, con el consentimiento de Aristide, a una junta de gobierno temporal formada por haitianos que gobernarían el país hasta que se eligiera a un nuevo presidente.