El resultado del referendo del próximo domingo sobre el mandato del presidente venezolano Hugo Chávez, se prevé ajustado, según muestran las encuestas y las multitudinarias manifestaciones de partidarios y opositores en las principales ciudades de Venezuela, informó Reuters.

El jueves la oposición realizó marchas por Caracas y una posterior concentración que aglutinó a cientos de miles de personas, cuatro días después de que el "chavismo" hiciera lo propio a favor del "No", que garantizaría la permanencia en el poder hasta enero del 2007 del líder de 50 años.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y el ex presidente estadounidense Jimmy Carter llegan este viernes a Venezuela para observar la consulta.

Las autoridades militares afirmaron que garantizarán la tranquilidad durante el proceso, inédito en el país petrolero de 25 millones de habitantes.

"Tengan seguridad los venezolanos que su fuerza armada nacional le garantiza paz y tranquilidad", dijo en una entrevista transmitida por televisión el general Julio Quintero, jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional (Cufan), responsable del resguardo militar de las elecciones.

Chávez, un militar retirado que protagonizó un intento de golpe de Estado en 1992, reiteró el jueves que la "hipótesis más probabilísima" es su triunfo en el referendo, y dijo que los militares no aceptarían un gobierno de sus adversarios.

En un mitin el jueves por la noche, llamó a sus seguidores a salir muy temprano el domingo a sufragar para dar un resultado "apabullante, demoledor".

Pero el mandatario no fue el único que se adjudicó el triunfo en el proceso en el que pueden participar 14,25 millones de votantes.

"Los millones de votos por el 'Sí' abrirán las puertas del país al futuro, al progreso, a la paz. El 'Sí' es la unidad, es la fuerza que va a garantizar la paz de la república y la estabilidad del nuevo gobierno democrático", dijo Enrique Mendoza, uno de los líderes de la coalición opositora Coordinadora Democrática.

Para revocar al mandatario, la oposición debe conseguir al menos 3,76 millones de votos, cantidad que obtuvo el gobernante cuando fue reelecto en el 2000.

El camino hacia el referendo como solución al agrio conflicto político que tiene atrapada a Venezuela fue acordado por el gobierno y la oposición el año pasado con el auspicio de la OEA, el Centro Carter y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La OEA y el Centro Carter firmaron recientemente con el máximo organismo electoral venezolano normas para la observación del referendo.

El Centro Carter afirmó el jueves que tiene confianza en el sistema automatizado que se utilizará para contar los votos en la consulta, en medio de acusaciones mutuas del gobierno y la oposición sobre presuntos intentos de fraude.

"La investigación y la observación que hemos hecho hasta el momento nos da confianza en las máquinas y en el proceso que están montando", dijo el jueves a la prensa la representante del Centro Carter, Jennifer McCoy. Pero agregó que "nadie puede garantizar ciento por ciento el futuro".

El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha garantizado el voto secreto y la confiabilidad del proceso automatizado.

Por su parte, el jefe de la misión de la OEA, Valter Pecly Moreira, dijo esta semana que "el CNE ha concedido plenos espacios y condiciones adecuadas para el desempeño" de la observación de la consulta.

Si Chávez pierde, el actual vicepresidente, José Vicente Rangel, asumiría la primera magistratura del país hasta unas elecciones presidenciales que deberían celebrarse en los 30 días siguientes al referendo. Si el presidente gana, podrá terminar su mandato.