www.cubaencuentro.com Jueves, 27 de mayo de 2004

 
  Parte 2/3
 
Hacia el cambio sin cambio
¿Actúa el embargo norteamericano como un dique de contención contra la marea del totalitarismo?
por ARMANDO AñEL, Warwick
 

De cualquier manera, La Habana aspira a que Estados Unidos financie tres figuras imprescindibles de cara a la permanencia y eventual expansión del castrismo:

- El aparato de seguridad. Los dineros del enemigo refinanciarían un andamiaje del que no sólo forman parte los soplones, la policía política o las llamadas Brigadas de Respuesta Rápida, sino los estímulos laborales, los viajes al exterior y, en general, el tenebroso sistema de manipulación gracias al que, por poner sólo un ejemplo, los trabajadores del sector turístico son de los más interesados en acudir a las movilizaciones gubernamentales y/o acatar las reglas impuestas por la dirigencia: de ello depende la conservación de su empleo, codiciadísimo en la Cuba en divisas convertibles.

Téngase en cuenta que en regímenes como el castrista el Estado ejerce compulsivamente su triple condición de juez, empleador y propietario, con lo cual la variable "a mayor solvencia estatal mayor indefensión ciudadana" resulta una perogrullada. Los mecanismos de soborno, chantaje y coerción tradicionalmente instrumentados por la dictadura alcanzarían, tras la inyección de capital norteamericano, cotas de eficacia inimaginables.

- El aparato de propaganda.Un apartado sobre el que el régimen hace particular énfasis y que el levantamiento incondicional del embargo revitalizaría. Aun en lo más álgido de la crisis económica, el gobierno no ha dudado en gastar en propaganda antes que adquirir alimentos o medicinas para la población, todo lo cual, sencillamente, le parece más redituable a nivel político. Los ríos de moneda dura invertidos en transportar y organizar la parafernalia de las grandes concentraciones, o la construcción y avituallamiento de un millonario complejo deportivo con vistas a los Panamericanos de 1991 —irrentable en lo más profundo del Período Especial—, lo confirman.

Dicha estrategia, sin embargo, no se limita al adoctrinamiento nacional, sino que trasciende las fronteras insulares apuntalando dictaduras emergentes, como en su momento lo fue la nicaragüense o como comienza a serlo la venezolana.

- La doctrina internacionalista.Vacilante en tiempos de vacas flacas, la propela injerencista gira a toda máquina siempre que La Habana puede permitírselo. La actual penetración en Venezuela o los últimos incidentes con Uruguay y México ilustran una tendencia de la que el régimen es y será incapaz de librarse, toda vez que forma parte de su imaginario ideológico. Exportar la revolución por cualquier medio, incluyendo el de las armas, el deporte o la medicina, constituye una obsesión del castrismo.

Una apuesta de futuro

La ofensiva antiembargo preconizada por el gobierno cubano y sus valedores internacionales —se excluye a quienes de buena fe alegan que las restricciones resultan contraproducentes— constituye una apuesta de futuro. Concebida como revulsivo para un sistema incapaz de generar riqueza, encuentra soporte en la naturaleza utilitaria de cierto empresariado occidental, y referente en la estrategia china del cambio sin cambio, patentada por Deng Xiaoping.

1. Inicio
2. De cualquier manera...
3. El modelo Deng...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
La insoportable banalidad del mal
JUAN ANTONIO BLANCO, Ottawa
¿Un rey de corona verde oliva?
MICHEL SUáREZ, Madrid
La muerte indócil de José Martí
MIGUEL FERNáNDEZ-DíAZ, Miami
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir