La "justicia revolucionaria cubana" tiene un brazo muy largo. No sólo aprieta a los que viven en la Isla; ahora también podría atenazar a los cubanos en Venezuela. A Hugo Chávez no le preocupa menoscabar la soberanía venezolana, si ello tranquiliza a Fidel Castro.

Hugo Chávez, durante una comparecencia televisiva.

Esta vez la complacencia política de la "revolución bolivariana" con su homóloga cubana ha ido lejos. Así piensan muchos en este país luego de leer el Convenio entre Venezuela y Cuba sobre asistencia jurídica en materia penal, publicado en la Gaceta Oficial de Venezuela el 22 de diciembre pasado.

Aunque hecho público a finales de año, el convenio data de 1999, de los comienzos del gobierno de Chávez. De acuerdo con el texto legal, "las Partes Contratantes conforme a lo dispuesto en este Convenio se prestarán asistencia mutua, en materia de prevención, investigación y enjuiciamiento de delitos, y en los procedimientos relacionados con cuestiones penales".

El acuerdo concede facultades muy amplias a funcionarios de justicia y de órganos de investigación de Cuba para indagar, tomar declaraciones, localizar e incluso trasladar a la Isla a personas residentes en Venezuela. Estas mismas atribuciones son concedidas a funcionarios venezolanos en territorio cubano.

La asistencia entre los dos gobiernos comprenderá: la recepción de testimonios o declaraciones; la facilitación de documentos, expedientes y elementos de prueba; notificación y entrega de documentos; localización o identificación de personas; traslado de personas detenidas a los efectos de prestar testimonio u otros motivos; la ejecución de solicitudes de registro, embargo y retención preventiva de bienes; la inmovilización de activos; y la asistencia relativa a incautaciones, indemnizaciones y ejecuciones de multas.

Esto equivaldría a entregarles una patente de corso a los funcionarios cubanos en territorio venezolano; lo que pudiera ir en desmedro de la soberanía de este país. El argumento de que los venezolanos podrían hacer lo mismo en Cuba, ya que se trata de un convenio bilateral, resulta muy flojo. La razón es muy simple: hay más cubanos en Venezuela, que venezolanos en Cuba. Se calcula que unos 30.000 cubanos, entre ellos 20.000 en misiones de salud, hayan arribado a este país desde que Chávez asumió el poder en 1999. Esta cifra no toma en cuenta a los miles de exiliados que tradicionalmente han encontrado refugio en Venezuela.

¿Asistencia o injerencia?

Este tipo de convenio de asistencia en materia penal no es el primero que firma Venezuela con otras naciones. Con Perú y Estados Unidos existen tratados de esta naturaleza. La diferencia radica en que "el convenio con Cuba supone el otorgamiento de una serie de facultades, o potestades que no se observan en otros convenios suscritos por Venezuela con otros países", según asegura el director del Instituto de Derecho Penal, Carlos Simón Bello.