El gobierno cubano "tiene miedo, miedo a la libertad de conciencia, miedo a la libertad de expresión, miedo a los derechos humanos", dijo el lunes el Jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba,

La disidente Martha Beatriz Roque. Al fondo, James Cason, Jefe de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana. (Info Lux Press)

James Cason, quien asistió a un acto celebrado en el domicilio de Martha Beatriz Roque, una de las principales dirigentes de la disidencia. Según informó la agencia AFP, se trata de un hecho inédito desde que Washington y La Habana acordaron en 1977 abrir oficinas en ambos países para suplir la falta de vínculos diplomáticos.

"Agradecemos la invitación de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil para poder observar este acto. Le felicitamos en esta fecha histórica y le felicitamos por haber organizado este evento importante", dijo Cason en una declaración leída a la prensa extranjera que asistió al evento.

La reunión se realizó para conmemorar el Grito de Baire, que dio inició a la última de las guerras de independencia contra España, de 1895 a 1898. Los opositores recordaron además el derribo en 1996, por cazas del gobierno cubano, de dos avionetas de la organización de exiliados cubanos en Miami, Hermanos al Rescate. En esa acción perecieron los cuatro tripulantes de los aparatos.

Unos 40 disidentes se reunieron en la casa de Martha Beatriz Roque, en el barrio habanero de Santos Suárez. Aunque según los organizadores fueron invitados varios diplomáticos extranjeros acreditados en la Isla, sólo acudieron los representantes estadounidenses.

El gobierno de Fidel Castro considera a los disidentes como "empleados" de Washington y les acusa de recibir financiamiento de ese país.

Interrogado sobre si su presencia en el acto no confirmaba esa acusación del gobierno cubano, Cason respondió: "No, porque yo creo que han invitado a todo el cuerpo diplomático y nosotros como país siempre apoyamos la democracia y a las personas que luchan por tener una vida mejor. Yo estoy aquí como invitado".

También se le preguntó al jefe de la legación norteamericana en Cuba si su presencia en ese acto no podría ser asumida como un gesto inamistoso hacia el gobierno de Castro. "No tengo miedo", fue su respuesta.

"Le agradezco mucho la presencia al señor Cason, porque al menos hay un reconocimiento por parte de un país hacia la oposición cubana", dijo por su parte Roque.

"Llegarán mejores tiempos y los diferentes países que tienen sedes diplomáticas en Cuba comprenderán que no sólo los Estados Unidos tienen que hacer este trabajo, y no sólo los Estados Unidos tienen que reconocer la labor de los activistas de los derechos humanos en Cuba", agregó.

Roque es una de las principales líderes de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil, integrada por más de 350 organizaciones de todo el país. Este sector de la oposición interna no comparte las propuestas del Proyecto Varela, encabezado por el Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo, Oswaldo Payá.

En el acto del lunes, los disidentes también solicitaron la libertad del médico Oscar Elías Biscet y de Leonardo Bruzón, encarcelado desde hace un año.

"El crimen de Oscar Elías Biscet, fue el crimen de no tener miedo. Infelizmente el gobierno cubano sí tiene miedo, miedo a la libertad de conciencia, miedo a la libertad de expresión, miedo a los derechos humanos", dijo Cason a los activistas reunidos en el domicilio de Roque.

Añadió que "como este grupo está demostrando, hay cubanos como el doctor Biscet, que no tienen miedo. Ellos saben que la transición hacia la democracia ya está en marcha. Queremos que sepan que no están solos. El mundo entero los apoya", sostuvo el máximo diplomático estadounidense en Cuba.