Estados Unidos determinó que ninguno de los 15 ocupantes de la embarcación secuestrada en Nuevitas, Camagüey, la semana pasada, era "elegible" para recibir su protección y por eso decidió devolverlos a Cuba, según explicó a la prensa en Washington el portavoz del Departamento de Estado, Philip Reeker.

El grupo, formado por 12 personas, que presuntamente protagonizaron el robo del barco, y tres custodios tomados como rehenes, llegó el lunes a Cuba tras negociaciones entre ambos gobiernos.

En la Isla, la televisión oficialista dio a conocer un comunicado del Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en el que se advierte que los emigrantes ilegales cubanos y potenciales secuestradores de embarcaciones, recibirán todo el rigor de la ley estadounidense.

Reeker afirmó que el Departamento de Estado tuvo en cuenta las obligaciones estadounidenses "bajo la ley internacional", los acuerdos migratorios con Cuba y el "compromiso para garantizar una política migratoria coherente" que proteja las fronteras del país.

Según el portavoz, tras investigar el caso, el Departamento de Justicia y la Guardia Costera estadounidenses determinaron que 12 de los 15 tripulantes "parecen haber tomado ilegalmente el navío (…) de territorio cubano y secuestrado a tres guardias de seguridad cubanos" en el proceso.

"Durante la interceptación (del barco) por parte de autoridades estadounidenses en aguas internacionales, algunos de los 12 involucrados también asaltaron físicamente al personal de Guardia Costera (estadounidense) que abordaba el barco", añadió.

Consultado sobre si no teme que los secuestradores del barco enfrenten en Cuba la pena de muerte, Reeker indicó que el Departamento de Seguridad Interior entrevistó a los tripulantes "y halló que ninguno era elegible para protección, porque habían cometido actos de violencia en Cuba, así como los actos de violencia cometidos contra personal de la Guardia Costera".

No obstante, explicó Reeker, el gobierno estadounidense quiso informarse con el cubano sobre cuál sería la suerte de los secuestradores una vez repatriados, a raíz de la "falta de debido proceso" y ejecución en abril de tres secuestradores de una embarcación de pasajeros en Cuba.

El jueves pasado, el gobierno de Fidel Castro comunicó a Washington —primero en una nota informal y luego en una nota diplomática— que este caso no era similar, y que los acusados serían procesados por delitos de robo a mano armada y secuestro, y ninguna de sus sentencias superaría los 10 años, contó Reeker.