El nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, advirtió que no está en su agenda proponer el problema del regreso de Cuba a la institución, informó el diario chileno La Nación.
"Es conocido por todos que en la OEA no existe consenso sobre ese tema", explicó Insulza, quien fue elegido el lunes, después de que el otro candidato a encabezar la organización, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, anunciara el viernes su retirada.
"Realizar variaciones sobre la situación de Cuba, que puedan ser divisivas para los países que participan de la OEA, no cumpliría ningún propósito", dijo el chileno Insulza.
"No impulsaré ninguna política al respecto mientras no exista consenso", indicó el nuevo secretario general, para quien "cualquier cambio deberá provenir de una opinión muy mayoritaria, muy consensuada, de los países miembros" de la OEA.
La Habana fue expulsada de la organización en 1962, después de que el régimen de Fidel Castro eliminara el pluralismo político en la Isla.
El secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos de Estados Unidos, Roger Noriega, felicitó a Insulza por su elección y le aseguró "la plena colaboración" de la Casa Blanca.
A juicio de Noriega, los miembros de la OEA están de acuerdo en tres principios: "Conseguir la unidad" y "avanzar en los valores de democracia y derechos humanos" en América, "incluido Cuba", y "reforzar las instituciones democráticas".
Por su parte, el presidente de El Salvador, Antonio Saca, recomendó a Insulza que retome el tema de la democracia en la Isla.
Para Saca "el continente y el secretario general de la OEA deben preocuparse por mandarle mensajes de alivio a esa población cubana para que tengan libertad, la cual no tienen bajo el régimen de Fidel Castro". |